No por nada, y quizá por todo, ha llegado el momento de desamarrar de ZL mi querida Zahúrda, y dejarla que zigzagueé por esos procelosos torrentes de internet en busca de otros tábanos, de otras sanguijuelas, de otras malashierbas, y, en fin, de todo lo demás que se puede encontrar en cualquier pantano que se precie -esto no es ningún tipo de metáfora sobre ZL, o sobre Bloj.net, no me sean malpensados; sólo es mi rol de trampero de Connecticut-.
Como firme propósito, me propongo escribir más en el nuevo -lo juro por snoopy-.
Javier Tusell, en una España emponzoñada por la derecha y la ultraderecha más recalcitrante y tercermundista, capaz, en un ejercicio continuado de ignominia inasequible al desaliento, de tratar de reinventar la historia del país para procurarse un lugar más decoroso en la posteridad todo ello sin romper con SU pasado reciente, consciente y públicamente; sin siquiera plantearse denigrar 40 años de dictadura abyecta... claro que es su abyección-. Javier Tusell, decía, siempre constituyó un muro infranqueable para sus mentiras y su intoxicación. Para sus excesos, verbales e irracionales...
Tusell, que en vida se describió como conservador moderado incluso llegó a ocupar cargos públicos con gobiernos de la UCD-, a menudo tuvo que soportar ataques por parte de los dos bandos. Últimamente, con la aparición de personajes dantescos, tipo Pío Moa, fueron especialmente virulentos los dirigidos desde la ultraderecha más alunada y carpetovetónica.
Uno podía leer, en el libelo del gangoso de la COPE, hasta gracietas gruesas y absolutamente infames sobre la grave enfermedad que ha terminado costándole la vida al historiador... el ayatolá Losantos, que siempre se ha vanagloriado de haber superado el comunismo de su juventud, nunca ha dejado de ser estalinista, como muy bien apuntó alguien hace relativamente poco no recuerdo quién lo hizo: ¿Millás? ¿Carnicero?-.
El gran pecado de Tusell para ser ninguneado y vejado por el aparato mediático de la ideología que él mismo confesaba profesar, fue, en primer lugar, ser sobre todo independiente*: no poner ni sus conocimientos, ni su trabajo, ni su posición de Catedrático al servicio de interés espurio alguno; servir únicamente al rigor académico y la veracidad de la historia al contrario de lo que hacen otras personas prominentes, de muy diversos pelajes: insignes catedráticos, jueces, caso especialmente dramático, etc, etc-.
Siendo más concretos, lo que le granjeó no pocos insultos de la parte más radical y descerebrada de la Derecha, fue que no diera pábulo a las soplapolleces de Pío Moa; un tipo que es a la Historiografía lo que Tristanbaker a la Ciencia...
Un tipo que defiende que la Guerra Civil la empezaron los rojos, partiendo de un hecho aislado, obviando un contexto de convulsión social generalizada... pero es que no merece la pena ni verbalizar la obstinada necedad sectaria de este, y de otros miserables.
Al fin y al cabo, e incluso aceptando el montón de mierda que ellos proponen, ¿no fue Franco, con sus alegres amiguitos golpistas, los que se levantaron contra la República? ¿No fue Franco la figura mesiánica de una dictadura brutal, autárquica, etc, etc, durante 40 años?
Pero, bah, no quiero perderme en digresiones... sólo quería recordar a alguien que de alguna manera me influenció en mi desarrollo como persona.
Cuando me preguntan, suelo decir que a mí me ganó para la lectura La ciudad y los perros, de Vargas Llosa, y El florido pensil, de Andrés Sopeña Monsalve. El de Sopeña fue el primer libro que leí por propia iniciativa La ciudad y los perros me lo habían mandado en el instituto-...
Rara vez digo que el segundo libro que leí por mi cuenta fue La dictadura de Franco, de Tusell, quizá porque me resultara una lectura muy árida en aquel momento.
Me costó terminarlo, pensé que aquello parecía más un libro de texto que un libro -por supuesto, era mucho más denso que cualquier libro de texto que hubiera utilizado jamás-, pero quedé irremediablemente fascinado con la historiografía, sobre todo la española contemporánea...
Javier Tusell murió ayer con tan solo 59 años, tras una larga lucha contra la leucemia...
* Hemos visto lo que pasa en el PP, por ejemplo, con quien osa salirse lo más mínimo del camino marcado por el gurú. Hemos visto como es linchado y devorado por el resto de la jauría.
No recuerdo el cardinal de la serie "Digresiones" que correspondería...
Establezca una cutre división para esto...
Sí, debería escribir más... de hecho, debería escribir algo, al menos.
Me gustaría pretextar que mi vida es una montaña rusa sin límite: ahíta de sexo, drogas, alcohol y rock & roll, y que por ello tengo tan abandonada mi querida zahúrda... pero desgraciadamente no es así; además, prefiero el Metal -que no el Nu Metal; odio a los putos nu metaleros; si no fuera por esta pereza, les dedicaría una entrada para despreciarlos en la medida de su imponderable abyección (...)
Tengo que reconocer que mi odio irracional quizá se deba, en parte, a que esa manga de adolescente y postadolescentes, cúmulos de hormonas, agitándose, saltando y sudando al ritmo de los inarmónicos acordes del Papa Roach de turno, me hicieron sentir cansado y decrépito... ¡¡ahhhh, en mis tiempos hacíamos lo mismo con Nirvana, Pearl Jam, Faith no More!!... eso sí, muchísimo mejor gusto teníamos, donde va a parar-.
También debería cambiar las canciones del Radio Blog, pero es que una y otra vez reincido en grupos de los noventa -ahora mismo pondría cuatro o cinco canciones de Faith no More, alguna de Stone Temple Pilots, Mad Season...-, y no sé hasta que punto puede aburrir la selección, e incluso parecer apergaminada, a esta proterva muchachada de la generación SMS...
Por último, tendría que advertir por qué es malo controvertir con alunadas seguidoras de Nirvana, al grito de: Kurt Cobain era un moñas, o no niego lo que supuso Nirvana para la música; ni siquiera digo que no me guste. Sólo digo que son una puta mierda comparados con otros grupos de la época, como Alice in Chains... pero eso forma parte de mis experiencias etílico-filosófico-místicas...
P.D.: Amiga Joaca, no olvido su concurrencia, en lo tocante a la calidad artística, la indudable calidad artística de mi crismas, con el atorrante felón de abajo.
No se pueden ni imaginar el ímprobo trabajo que me ha costado realizar este crismas; es lo que tiene no haber intentado entender jamás, uno de esos programas de retoque gráfico que todos pirateamos en alguna ocasión, no se sabe bien guiados por qué tipo de pulsión, y que nunca profundizamos en ellos más allá de convertir algún formato en JPG, o rotar alguna imagen -a veces con resultados catastróficos-... entre los más osados se cuentan los que redimensionan imágenes -yo lo hago aquí mismo, tirando de regla de 3 y de cuenta de la vieja, pero es que yo siempre he sido un romántico-, y los que utilizan capas, etc, etc -no, no sabría citar ninguna otra función de este tipo de programitas, ni aunque me fuera la vida en ello-.
Impulsados por un sentimiento muy humano, terminamos rebelándonos irracionalmente contra nuestra propia mediocridad, y nuestras también propias y evidentes limitaciones intelectuales.
Uno se precipita en una lucha quijotesca contra el progreso, y concluye de manera cartesiana que el ser humano no tiene el don de la ilustración: aquello que no se pueda aprender agitando algún tipo de fetiche óseo, ritual y atávicamente, frente a alguna representación primaria e inconsciente de lo sagrado, no sólo no puede ser naturalmente asimilado por el hombre, sino que generará necesariamente en él tal incomprensión y frustración, que la violencia será la única reacción posible...
Estando incidentalmente en Madrid -como podría estar en Londres, si Ryan Air hubiera comenzado a operar desde el aeropuerto de Granada-, uno termina tarde o temprano viendo Telemadrid. La primera impresión es engañosa y, sobre todo en la publicidad, se encuentra esa modernidad, esa vanguardia, etc, etc, esperables. Pero la pose apenas aguanta unos minutos de contemplación de la cadena... y contemplación casual, ni siquiera es preciso un ánimo crítico o analítico -quizá esperaba encontrar una versión castiza de TV3... y entiendo que ni TV3 será gran cosa, absurda mitología catódica aparte-.
Llegamos un día de diario, un muy largo y cansado día de diario, sobre la media noche. Como quiera que, además, en el Hotel no tienen Canal +, y no se puede sintonizar TVE o TVE 2 -no me preguntéis por qué-, entre Antena 3, Tele 5, y dos o tres canales alemanes, uno acaba en TeleAguirre por eliminación -y, ojo, tiene mucho mérito, que algunos de los canales alemanes dan porno cutre a esas horas-.
¿Qué me encontré?
Un programa que se llama "Diario de Noche", presentado por un tipo ridículo que afectaba maneras de lo que vendría a ser un presentador de noticiero yanqui... o eso supuse que creería el tal Germán Yanke.
Tildar de propaganda el contenido de dicho programa quizá pueda parecer excesivo; en cualquier caso, hace meses, por mucho menos, llamaron Agit Proop al trabajo de otros medios, que se limitaban a contar la verdad.
Para empezar, ocuparon más de 10 minutos en sobredimensionar el incidente, de por sí amplificado hasta la demencia, acaecido en torno a Hugo Chávez y Moratinos.
Ponían el corte en el que Moratinos hacía la controvertida manifestación: Ánsar apoyo el golpe de Estado en Venezuela.
Eso sí, se les olvidó poner el corte del inefable Diputado Popular Moragas, donde descalificaba barriobajeramente a Moratinos, y todo la política exterior del Gobierno, en 59 segundos -política que el PSOE llevó bien clara en su programa, y que la ciudadanía apoyó mayoritariamente-.
También insertaron un comentario que hizo Felipe González en 2002, precisamente sobre el golpe de estado -Felipe González, ese hombre que viene a ser el diablo, sólo superado en perfidia por Jesús de Polanco-, donde decía que Chávez es un autoritario por los votos, o por las botas...
No sé si, como han hecho posteriormente otros medios, y porque la citó creó que Piqué, rescataron otras declaraciones de Trinidad Jiménez de la época, época en que desempeñaba la dirección de la política exterior del PSOE: Aunque haya sido elegido en las urnas, Chávez se comporta como un dictador que está desmantelando el Estado de Derecho...
Todo esto está muy bien, y ya sabemos que Hugo Chávez es un tipo peculiar; lo que no quita que el golpe de estado lo sufriera él, que quiénes trataran de violentar definitivamente el Estado de Derecho fueran otros... y que España fuera el primer país del mundo en reconocer el gobierno emanado de ese atentado contra la democracia -o el segundo, tras EE.UU.-. Conviene también recordar que Hugo Chávez será más malo que Ben Laden, pero hay que reconocer, así lo hicieron los observadores internacionales, la Fundación Jimmy Carter, y finalmente los propios EE.UU., que ha sigo elegido democráticamente por el pueblo soberano de Venezuela.
Por otro lado, el líder de la oposición llamaba Coronel Chávez al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela... es evidente que el últimamente oxidado engranaje mediático afín al PP ha visto en esta ridícula polemica, una nueva y jugosa etapa en su maniobra de desgaste secatario del gobierno de Pancartero. De ahí un discurso tan irracional y gratuítamente provocativo como el de Rajoy... y ya sabemos, me parece que es al tercera vez que lo digo, que Chávez es malo... pero no es Gadafi. Claro que Gadafi sí es un líder democrático, un luchador por la libertad, etc, etc, por eso lo recibió Ánsar.
Rajoy llegaba a proponer que el Presidente del Gobierno estudiara la idoneidad de Moratinos para continuar en el puesto... el PP siempre ha sido ridiculísimo, pero a veces llega a niveles insoportablemente irritantes.
El PP de los gobiernos de la absoluta irresponsabilidad política, de los gobiernos donde jamás se han asumido responsabilidades -y alguno puede terminar teniendo que asumir las consecuencias penales de su nefasto mandato-, ¿este partido pide la dimisión de alguien? ¿Pero qué broma es ésta?
Qué empiece Trillo por entregar su acta de diputado, que es una auténtica indignidad que ese rufián siga campando por el Congreso...
En fin, antes de perder el interés por las soplapolleces que se sucedían en la televisión, les dio tiempo a contar la parcialísima versión del Consejero de Transporte de la Comunidad de Madrid, no sé qué Granados, de la reunión que tuvo con Magdalena Álvarez, Ministra de Fomento. Entre otras cosas, este hombre dejó irrebatibles argumentos tales como que el Gobierno estaba en contra de los madrileños, que tenían que que pagar los apoyos nacionalistas, y algún que otro manido tópico popular, al que ni siquiera presté atención.
El motivo de esto, era la suspensión por el momento de algunas obras en Madrid: el cierre de la M-50, una M-60, y la llegada de un cercanías a Valdemoro -que complementaría el Metro ligero que ya está en construcción...
No dudo de la necesidad de estas infraestructuras, pero, desde fuera de Madrid esto se vería como una profunda insolidaridad, sino como un sangrante agravio comparativo... En Granada, por ejemplo, se lleva casi 30 años esperando que terminen una carretera de 60 kilómetros. Por no decir que el resto de nuestras infraestructuras son irrisorias, o lo serían si siquiera pudieran compararse sin sonrojo.
"...monseñor Fernando Sebastián, advirtió hoy que sin respeto a unos principios morales fundados en la naturaleza humana y la iluminación de la revelación divina, la democracia resultará insostenible y puede degenerar en imposiciones de mayorías "fabricadas" por quienes controlan y manejan los medios de comunicación."
Esto lo dice el número dos de la Conferencia Episcopal, agrupación de curillas ampulosos y aburguesados propietarios de la Cadena COPE, donde, entre otros, tienen ladrando cada mañana al Ayatolá Losantos. Me pregunto qué le ocurre a esta gente, ¿se creen que todo el mundo es imbécil?... más imbéciles que ellos, se entiende.
O sea, no es el hecho no sólo- de que traten de menoscabar el libre ejercicio de la administración de un país con sus ridículas supersticiones doctrinales; desgraciadamente, la iglesia nos tiene acostumbrados a estas funestas manifestaciones, y a sus ridículos intentos de fiscalizar la vida política y social de los ciudadanos.
Lo que sorprende es que ahora se atrevan a cuestionar sin el más mínimo rubor la propia democracia.
Alguien debería decirle que entre su fetiche metafísico y la democracia, nos quedamos con la democracia de largo. Entiendo que quizá el propio cura Sebastián no comprenda el alcance de sus palabras; que ni siquiera sea consciente de la perversión intolerable que se sigue de sus intemperadas soplapolleces y quizá ni siquiera haya redactado él mismo la patética invectiva-. Le doy el beneficio de la duda y le supongo lo suficientemente ignorante como para no darse cuenta... porque la otra opción es que este hijo de la grandísima puta sea consciente de su abyección y quiera dar a entender exactamente lo que se entiende...
Pero sigamos con las declaraciones de este jacarandoso curilla:
Sebastián fue más allá y dijo que los años de la vida democrática han permitido «el desarrollo de una mentalidad revanchista, según la cual los vencedores de la guerra civil eran injustos y corruptos, mientras que la justicia y la solidaridad estaba toda y sólo en el campo de los vencidos ». Por eso, en este momento, se pretende «desplazar como perversión cultural todo lo que provenga de los siglos centrales de la historia española, incluida la valoración de la religión católica». Esta forma de pensar, domina, a su juicio, a los partidos de izquierda y está en el origen de las decisiones del Gobierno. Por ello, «el cristiano coherente y fervoroso tiene que estar dispuesto a padecer una cierta marginación social, cultural y hasta profesional. Es el martirio moderno».
Empecemos por la frívola mención de la Guerra Civil que hace este patán. A él con Franco le pudo ir de puta madre; poco a poco fue medrando en la sociedad la normal, y la eclesiástica-...
Ahora bien, si se execra del muy execrable Régimen sanguinario de Franco es porque sin duda lo merece: no puede haber nada de justicia ni de solidaridad sobre millones de muertos y exiliados. Sobre años de represión, tortura... y corrupción, sí, muchísima corrupción.
Por cierto, el Congreso democrático de este país nunca ha condenado el Régimen de Franco, como ya he dicho alguna vez; desgraciadamente no se ha abominado del franquismo oficialmente... no podrá quejarse, en este sentido, el cura Sebastián.
Los vencidos, dicho sea de paso, ya fueron aniquilados, vituperados y denunciados durante años; no sé trata de idealizarlos, se trata de restituirles si quiera el honor de forma póstuma.
No quiero sacar conclusiones precipitadas del libelo del cura Sebastián, pero por una parte dice que la democracia no es válida si no creemos en su dios y en las estúpidas normas que en su nombre impone la iglesia, y por otra se muestra decididamente tibio con la dictadura de Franco...
El último párrafo, lo del martirio moderno, es absolutamente eyaculatorio. De nuevo, el cura Sebastián insulta nuestra inteligencia.
El victimismo luce mucho que se lo digan al PP, ¿hay escuela de oratoria en el opus?-, sobre todo para una religión, pero Sebastián debería darse cuenta de que esa estupidez sólo calará entre la parroquia confesa como arenga, para sublimar al pobre beato haciéndolo sentir la última línea de defensa de la cristiandad, dudo que tenga efecto... pero el esfuerzo es conmovedor-, el resto de interlocutores potenciales se distanciará irremediablemente de su discurso, por irreal y excesivo... aunque, claro, no creo que el cura Sebastián quisiera tanto evangelizar, como agredir al gobierno legítimo de esta nación.
En fin, no sé por qué cojones tenemos que soportar las continuas ingerencias políticas de la iglesia, por qué tienen que hacernos partícipes forzosos de sus desafueros y su estulticia. Su ciclotímica y maniquea pretendida superioridad moral nos augura, para nuestro sopor, nuevos oprobios, nuevas ignominias, y nuevos curillas que utilizarán sus púlpitos para infamarnos con más soflamas...
Una última cosa, rescato un párrafo de la alocución del buen cura que me ha parecido curioso:
«...Nos vemos obligados a reconocer el gran desequilibrio existente entre cristianos bautizados y cristianos convencidos », señaló el arzobispo, quien aseguró que la Iglesia puede recrearse en ese casi 90% de ciudadanos que se declaran católicos o «insistir en que de ellos solamente un escaso 30% cumple externamente las obligaciones básicas del cristiano».
Uno rápido, que hace mucho que no actualizo esto...
Iba caminando por Granada, venía de cortarme el pelo y de ultimar algunas cosas para un cercano viaje a la lupanaria urbe; andaba despreocupadamente cuando desde un coche que no conocía me empezaron a pitar. El coche era un Seat León TDI, el 90 CV: lo primero que he pensado es que jamás me compraría ese coche...
El conductor era un tipo al que conozco desde hace muchísimo tiempo, pese a que no nos veíamos desde hace casi dos años; compartí con él gran parte de mi juventud y un día, de buenas a primeras, dejé de verlo.
No, no fue de buenas a primeras. No sé por qué, quizá es algo que debería preguntarme, algo que debería aclararme a mí mismo, pero llevaba bastante tiempo en que apenas soportaba su compañía, y la de los demás.
Así que de buenas a primeras dejé de llamarles y empecé a ponerles excusas estúpidas para no salir con ellos. Al tiempo, obviamente, me dejaron de llamar ellos a mí...
Y allí estábamos reencontrándonos tantísimo tiempo después, en mitad de la ciudad. Como todos los reencuentros, tenía algo de violento... eso sí, ni mi cordialidad, ni la suya, eran impostadas.
Charlábamos animadamente, con naturalidad, como si nos hubiéramos visto el día anterior, y yo, claro, como siempre tan ingenioso, como siempre tan encantador ¿no lo he sido siempre?... pues quizá no, quizá no lo haya sido nunca, pero, ¡¡eh!! al menos lo he sabido fingir.
No lo niego, traté de zafarme de cualquier manera; antes de que mencionara ir a beber un par de cervezas ya había intentado fintarle... al rato, no sé como, estaba sentando en un garito deleznable donde ponían unas tapas horribles-, al que ya habían llegado varios de los amigos a los que se avisó oportunamente por el móvil. Todos afectando gestos de sorpresa al verme, todos preguntándome que donde me metía, etc, etc.
A medida que profundizábamos en la conversación y a medida que tomábamos más cervezas-, entre broma y broma, en los huecos que no cubría el repertorio humorístico del gran Isabelo, me han hecho alguna pregunta de hondo calado, como el por qué de mi distanciamiento.
¿Por qué?
¿Me lo he pasado mal con ellos hoy? ¿Se puede decir que no los soporte? No y no, de ninguna manera. ¿Qué pasa?
No lo sé, pero he vuelto a sentir que entre nosotros media un abismo; que su mundo y el mío está cada día más distante... quizá el problema es que yo ni siquiera sepa donde está mi mundo, y me limite a derivar entre cerveza y cerveza. Entre incertidumbres, miedos e inseguridades...
Lo siento, pequeña, te aseguro que hubiera preferido haber hablado contigo esta noche, como cada noche...