Me perdí en aquel rincón del universo...
y nadie me encontró.
Me perdí en un desierto de lágrimas...
y naufragué,
pero te encontré.
Me volví a perder, me sentí tan pequeña
que todos podían pisarme,
pero cogí aquello que me quedaba
y volví a abrir los ojos,
y luché.
Luché porque sólo yo conocía la batalla,
vencí y volví de nuevo a sonreír.
Tuve coraje y no dudé,
sin importar a nadie
sin importarme a mí.
Pero, vuelvo a la batalla,
me llama,
debo continuar incesante la búsqueda,
nunca termina,
ese es mi camino, el que debo seguir,
el camino...
nunca despierta, nunca descansa,
jugando con la libertad,,,
Pero, llegan días o etapas de la vida en las que por momentos dejas de lado un poquito tus sueños, te pierdes y chocas contra la pared de la "racionalidad", el "orden", en definitiva, lo que muchos llaman "vida real". Y, a veces, es duro.
Al principio, no sabes muy bien qué te está pasando, porqué comienzas a darle importancia a cosas que antes te parecían superflúas, y te sientes mal, piensas, reflexionas y hay una voz que te dice: vuelve al mundo real, pon los pies en la tierra. Aunque otra parte muy grande de tí realmente esté convencida que no tiene sentido avanzar en la vida sin el convencimiento de que la misma vida real consiste en cumplir sueños, en perseguir tu verdadera esencia, la libertad de ser tú mismo, siempre, aunque este mundo lo ponga difícil queriendo atarte a tantas cosas que una vez inventamos y alguien dijo que eran imprescindibles en la vida.
Y, ahora pienso y me hace estar un poco triste porque una parte de mí, dejo de luchar, decidió aceptar muchas cosas por las que en otro momento tanto luchó. Y, sigo pensando, y no sé, quizás, esté ante la decisión más importante de mi vida, porque me toca elegir...elegir entre el mundo que ya existe, en el que todos se mueven y seguir como una ficha más del puzzle, intentando encajar, porque es lo que toca, o, inventar mi mundo, seguir creciendo en un universo sólo mío, inseguro, inestable, pero libre...siempre libre. Sin ataduras, sin reglas, sin prejuicios, caminando dónde el viento decida llevarme y ver terminar un día y comenzar de nuevo.
Y es difícil, y también un poco triste, porque no tengo tantas fuerzas como antes, estoy mucho más en el suelo, ya no toco las nubes ni siento el aire en la cara y sé que algo en mí ha cambiado, algo que quería mantener siempre vivo.
Pero, en mi espíritu, dentro de lo más profundo de mi corazón sigue sonando el sonido de la magia, sintiendo el sabor de la libertad y llenando de amor mi alma.
La llama es más débil, pereo sé que sólo está en mí el volverla a reavivar...
Un día como hoy, en el
aeropuerto regresando tras este intenso período de tiempo, miro atrás y veo una
senda de recuerdos, una vida que dejo atrás, emociones vividas, compartidas, un
momento en el cielo.
Pero, aunque con miedo y
melancolía, comienzo de nuevo, voy encontrando fuerzas, avanzando, seguramente,
errando, pero firme, decisa, poniendo un pie en cada momento donde quiero estar
y sintiéndome una vez más yo.
Sin certezas, con un futuro
por delante, durando lo que dure, pero viviendo cada segundo de mi vida
sintiéndolo al cien por cien, sin dejar una pizca de indiferencia.
Así me quiero sentir,
siempre, triste o contenta, pero siguiendo mi latido, aquel que me lleva hacia
mis sueños, a volar libre en mi mundo de locura, pero auténtico, creado desde
el fondo de mi corazón.
Y disfrutar de mí, cantar,
gritar, saltar, soñar, vivir, amar, compartir... Y aprendiendo tanto, tantísimo
de cada persona importante en mi vida, de cada paso que doy, orgullosa de ser
yo, de mi ruta, de cómo soy. Y se lo debo a tanta gente.
Y esa es mi alma, quizás para
algunos aventurera, para otros pasajera, indecisa, inestable,
imprevisible...pero esa soy yo, y me gusta ser yo.
Y, para mí es lo que cuenta, y seré una ilusa pero me equivocaría cien veces sólo por encontrarme una vez más a gente que me demuestre que se puede seguir confiando en la gente y que, el mundo aún no está roto del todo.
Hoy me siento bien, me sienta llena, llena de amor, de cariño, de bondad, de alegría y de felicidad. Hoy sólo es un día más, pero al igual que los otros, único, mágico, dónde hoy puedes ser lo que quieras ser, disfrutar de 24 horas completas que no volverán a repetirse. Y es que me doy cuenta que la vida son momentos, que es hoy, ahora y que no importa nada más. Hoy es el mejor día de mi vida porque no habrá otro igual, y mañana quizás lo vuelva a ser...
Estando lejos de lo que siempre vií, he conocido o, mejor, he recordado quién soy. porque estando aquí soy yo, no hay prejuicios ni pudor, ni verguenza, soy yo en estado puro... y no me acordaba. No recordaba cómo me gusta ser cómo soy, ser natural, reir, gritar, cantar, saltar, ilusionarme, cabrearme y volver a sonreir, conocer cosas nuevas, hablar, ser un día una y, al otro, otra. Volverme loca y después aplacarme...pero siendo siempre única, real, libre.
Hoy conocí un poco más el mundo, hoy supe que no importa lo lejos o lo cerca que estemos unos de otros, porque somos uno, todos somos una parte de todo lo que existe, no existen las distancias imposibles, no es verdad que seamos tan diferentes porque en el fondo, somos iguales, y lo he sentido así, lo he visto y me ha encantado descubrirlo porque no me equivoqué pensando que el mundo aún no se ha roto, que hay personas maravillosas, que hay algo por lo que seguir creyendo. Y me equivocaré cien veces, y puede ser que incluso llegue algunas veces a dudar de estas verdades, pero sé que en el fondo, dentro de algo a lo que llaman alma, está la verdad, y no dejaré de creer en ello, porque siento tanta bondad, tantas cosas bonitas en el mundo, que no pueden quedar debajo de lo que quieren hacernos ver quién no cree en las personas, quién no cree en el ser humano.
Y seguiré viendo que los sueños se pueden cumplir...
"La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida" PAULO COELHO
Creo en los sueños, en la magia, en las personas. Creo que querer es poder y también creo que nada termina para siempre, aunque a veces pensemos que perdemos algo o que algo ha llegado a su fin, si miramos en nuestro interior, si llegamos hasta aquello y lo sentimos como si lo tuvieramos en ese preciso instante, nos daremos cuenta que todavía sigue ahí, en algún lugar del universo, en algún recuerdo, en el fondo de nuestro corazón, no importa dónde ni cúando, sigue presente más allá de lo evidente. Y, me doy cuenta estando lejos de las personas y los lugares que quiero, porque, desde aquí siento el amor de los que me quieren, sus consejos, su alegría, la felicidad y el cariño que me transmiten sólo pensando en ellos. Desde aquí siento tanto, y cada día es diferente pero siempre os tengo presente, porque los que siempre estáis, los que me habéis abierto vuestro corazón, los que me mandáis esa energía cada día, aquellos que me hacen sentir, que me recuerdan quién soy, siempre estáis ahí, en mi maleta de viaje. Gracias por todo vuestro amor y por creer siempre en mí.
No hace falta que escriba quienes sois porque lo sabéis.
Gracias por ser como sois. Os quiero.
Estando lejos, me siento tan cerca. Y, una vez, estando tan cerca me sentí tan tan lejos, que, por eso, hoy digo que la lejanía no la hacen los kilómetros. Escribo, aunque no sé hacia donde quiero llegar...porque ahora mismo estoy un poco perdida, debo rencontrarme otra vez, pero sentía la necesidad de escribir algo. Cumplí algún sueño, aunque no recuerde ahora mismo cúal, seguí mi rumbo, auque no sepa ahora mismo hacia dónde. Pero, mi alma sí lo sabe, por eso, hoy, mañana, quizás al otro,...voy buscando, buscando, hasta conectar con ella como otras veces lo logré.
Sólo palabras...
"Como la paloma, busca sustento de un lado a otro,
buscando siempre el apoyo, el más seguro de los apoyos,
buscamos nuestro sustento, nuestro apoyo,
el más firme, donde sentirnos seguros.
Pero, cuando realmente más felices somos,
cuando somos libres como ella
es volando, soñando, respirando el aire que, a veces no encontramos.
Por eso, salimos a disfrutar de la naturaleza,
donde encontrar ese aire, esa recarga de energía.
Y, sólo así, nos sentimos vivos, completos, llenos,libres...
Muchas veces la vida, el mundo
nos engañará y nos ocultará esa sensación,
el verdadero significado de la vida,
la paz, la parte más divina de este mundo,
pero, una vez vivido,
nadie puede negarlo, pensar que no existe,
porque lo he perdido y recuperado
y lo vuelvo a perdeer, pero sé que está ahí
y que lo volveré a encontrar."
Bueno, sólo son cosas que se me pasan por la cabeza. Tal vez estas palabras pueden sonar un poco raras, absurdas, sin sentido,...no sé. Pero, para mí encierran muchos sentimientos que llevo dentro y que quizás ahora mismo sólo los pueda expresar de esta manera. En definitiva, hablo de la libertad, del ser humano, de no necesitar apoyos, de volar libres y de vivir...
Y, son cosas que pienso, como dice la canción de Bunbury, cuando consigo que "no interrumpa lo cotidiano mis pensamientos..."
Hoy me dejo llevar, hoy aprendo un poco más, intento sentir cada momento, cada instante, cada sensación, cada olor, cada cosa que observo del universo, porque soy parte de él y me encanta que sea así, porque es íncreiblemente hermoso, como cada uno de los seres que vivimos en él. Doy gracias por existir, por el regalo de la vida, por ello, quiero valorarla cada día, sentirme agradecido por lo que vivo y por lo que puedo sentir en ella, porque durante mucho tiempo quise no sentir nada creyendo que así no sufriría. Hasta que un día al azar, otro, otra vez durante un poquito más de tiempo,...iba sintiendo que había algo más, que eso no podía ser la vida. Y, por fin lo sentí, sentí aquello que me cambió por completo, sentí una felicidad enorme que me llenaba por dentro, y una libertad, un poder infinito, que nadie podía arrebatarme. Y, desde entonces, busco siempre esa sensación, a veces me cuesta mucho encontrarla, y a veces dura muy poco, pero sé que pase lo que pase está ahí, sé que existe y esa es, para mí, la verdadera esencia de la vida. Ahora sí entiendo la verdadera felicidad, para mí es eso. Por mucho que la gente se empeñe en que el mundo es sufrimiento y dolor, no me lo creo, porque he sentido otra cosa, y está dentro de cada uno de nosotros, esa parte divina, la parte que nos conecta a todos,en la que todos somos uno Y sólo quiere ser descubierta.
"Porque nacimos para ser felices"