En una conversación esta tarde, miles de recuerdos llegaban mientras Gige se pasaba el rato charlando acerca de las travesuras que hicimos desde el instituto.
Ha pasado el tiempo y cada una de las 3 estamos pero sin estar, al menos yo.
Todo ha pasado rápido, los dias en que íbamos a viajar y vivir aventuras, tantas cosas como planificamos y hoy me siento vacía. Vivo en un pueblo fantasma.
Gige me ha recordado muchas cosas q tenia olvidadas y me ha hecho regresar a tantos pensamientos y recuerdos enterrados, me ha invadido un sentimiento tierno, de felicidad y al mismo tiempo de tristeza. Me dirán q así son las cosas,y será cierto, pero yo las siento de otro modo.
Me hizo ver lo unidas q estábamos antes, las tonterías q hicimos antes de descubrir otras cosas del mundo, la curiosidad por descifrar todas las preguntas, los dias q kedábamos en la casa de alguna y tocábamos la guitarra o se intentaba... Jugábamos a ser adultas y a descubrir la vida poco a poco.
Pero no todo es alegría y felicidad, la vida también nos trae momentos de dura reflexión y decisión, en la que elegir caminos.
Heráclitos decía que el agua del río nunca es la misma, y así es. La vida cambia, los dias pasan y nunca el pasado pertenecerá al presente. Los dias que disfrutamos ayer puede que desaparezcan hoy por cosas que dije o hice.
Y así, en un mundo de fantasma nacen los recuerdos.
No está, se fue, y aunque viene de vez en cuando, ya nada es lo mismo. Algo hice, algo pasó que no puedo borrar y que no puedo dejar de ver cuando está delante. Lo lamento y me lamento.
Sé que así no se consigue nada pero me siento estúpida y sin saber qué decir y menos qué hacer. Quizá no supe estar a la altura, no hacer lo que era adecuado, no saber reaccionar, no saber ni lo que sentía, ni lo que quería..
Quiero recuperar esa amistad, que en su momento fue más que una amistad, dando un salto en el tiempo, intentando borrar ciertas cosas y pasar página. Pero no se puede, eso sería irreal.
Los caminos son distintos, también los pensamientos..Todo es diferente, menos la espinita que sigue clavada en mi.
Hoy escribo: "El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños". Eleanor Roosvelt.
La botella que compré el Viernes de Sheridans, poco le queda ya, pues entre aquella noche y el Sábado...
El Sábado nos marchamos al cine y después estuvimos en la Bolera, que por cierto gané. Después quedamos con mi hermano y le dimos otro buen bajón a la botella entre los 4, además de beber de las cervecitas.
A la 1 se van ellos y nosotros nos quedamos echando unas pocas partidas de ajedrez. Aquí sí que me ganan, no se me da muy bien..
13 horas de la tarde: Salimos con las bicis dirección a Vélez-Málaga y después tomamos en dirección a Triana, cerca del aeropuerto de la Axarquía. Continuamos hacia Benamargosa y ahí paramos a comer.
La propuesta era llegar hasta allí y lo habíamos cumplido. Ahora quedaba el regreso y la pregunta era por dónde la hacíamos.
opción 1: hacer el camino de vuelta por donde mismamente habíamos venido.
opción 2: continuar por la carretera del Borge y de ahí ir hacia Almáchar y posteriormente hacia casa.
opción 3: continuar hacia Riogordo y después volver por el Pantano de la Viñuela.
Tomamos la opción 3, era la más entretenida a mi modo de parecer.
Y así fue como tras los bocatas nos volvimos a las bicis y pusimos rumbo a Riogordo.
Al principio estuvo bien porque casi todo era llano pero empezaron a aparecer cuestas interminables para las cuales yo vi mejor los pies que los pedales. Y cada vez que me encontraba con una cuesta ascendente, me bajaba y empujaba la bici. Además, el viento en aquel tramo de camino se nos puso en contra y eso hizo más forzada el ascenso. Reverte, que aunque dispone de buena forma física, además de encontrarse más agusto entre biciclos, me acompañó todo el camino que yo pasaba con los pies en el alquitrán. Otras, yo le animaba a que se marchara y me esperase arriba, de modo que cuando yo llegaba con la lengua fuera, él ya estaba descansado.
Pero cuando las cuestas eran descendentes, las disfrutábamos a tope, agachándonos tanto cuanto podíamos para no frenarnos con el aire, tal y como hacen los profesionales de esta categoría.
Nos quedarían unos 10 kms para llegar a Riogordo, nuestro siguiente hito cuando descubrimos que la carretera que teníamos q coger en dirección al Pantano estaba justo a unos 2 kms en dirección a los olivos. Manos a la obra, cogimos las bicis y campo a través entre el olivar, y cruzando los dedos para no encontrarnos con el dueño de aquellas tierras.
Llegamos por fin a la carretera, nos subimos en las bicis y el resto del trayecto lo hicimos montados, sin bajarnos ni una sola vez. Tardamos mucho menos pero nos encontramos con más peligros (Ay si leyeran esto mi padres, me encerrarían por loca y despreocupada de peligros). Pero no lo buscamos, llegaron sin más.
En este punto nos encontrábamos en el más alto (a unos 600 metros de altitud) y desde donde podíamos ver muy bien la cara norte de la Maroma, nevada.
Hasta llegar hasta allí nos encontramos con pocos vehículos ya que eran carreteras secundarias y muy mal asfaltadas. Lo bueno y dado q gran parte del trayecto lo hice a pie, es que los paisajes que vimos los disfrutamos a tope.
El viento volvió a cambiar y esta vez lo teníamos a favor pero en algunos tramos en que por la derecha no había montaña, soplaba también de lado. Un coñazo para mantener la bici.
Llevábamos una buena marcha y como ya digo el tráfico de coches era bastante mayor, tanto así como nuestra precaución. Antes de divisar el Pantano, a unos 2 kms, hay una casa en lo alto de la montaña con entrada desde la carretera por la que íbamos nosotros. A nuestro paso por ese tramo un mastín (con el pito fuera, imagino q estaría pendiente de las perras en celo), bajó el trozo que le separaba de la carretera y al borde de la misma se puso a ladrar. Me asusté, sí, pero como venían coches pensamos que no pasaría. Cuál fue la sorpresa de que el puñetero vió que no había coches en ese momento y se vino para mi. El susto hizo que la adrenalina se pusiera a tope y no se de dónde saqué las fuerzas para pedalear más rápido y con fuerza.
Hijo puta el perro que después venía Reverte y se fue hacia él, pero con más suerte porque entonces sí que venían coches que tuvieron que frenar para no atropellarlo.
El problema era que el coche estaba en ese momento entre Reverte y el perro, frenando y pitando, y el que venía justo por el lado contrario, es decir subiendo la cuesta, se puso nervioso y frenó, de manera que los que iban por detrás se acojonaron con la frenada del otro.
Nosotros pasamos miedo, ambos que ya hemos saboreado mordeduras de perros, pero es que encima nos podríamos haber visto envueltos en un accidente por el puto perro.
Continuamos la bajada inclinándonos sobre las bicis en todo el trayecto que quedaba llegando a alcanzar tanta velocidad que pensaba que los frenos no me iban a funcionar. Pero funcionaron.
He de decir que el Pantano de la Viñuela está a tope de agua y que es una gozada verlo así, tan llenito. Todo en los alrededores está precioso, verdecito y con multitud de colorido y esperando la Primavera. El olor que se respiraba fue muy agradable.
Conforme nos acercábamos a Vélez, mayor era la afluencia de tráfico. Otros cuatro kilómetros más hasta casa y por fin nos bajamos de las bicis pero para guardarlas.
El dia acaba con una ducha caliente, una cena para dos (estábamos muertos de hambrey de sed) y un paseo por las urnas para votar la Constitución Europea.
Hoy me he levantado con un dolor horroroso de culo (el sillín es muy incómodo) y agujetas en las piernas.
Próximo finde: Refugio del Pokeira, en Sierra Nevada.
Un dia sin igual, diferente y con muchas chorradas aún por delante que hacer, y otras que contar en el silencio de la vela que me alumbra esta noche.
Una botella de Sheridans en la mesa con una copa, y cubitos... no tengo pero da igual, la botella está fresquita.
Ya he conseguido hacer los cambios en las plantillas dichosas del blog para que la gente que quisiera pudiera responder.
He descubierto algo en la chimenea. Tenía que limpiar el cristal que me protege de las llamaradas y olvidé hacerlo cuando estaba apagada. Una vez encendida, le he echado el limpia cristales y se ha evaporado enseguida, muy lógico, pero lo alucinante es que lo ha dejado limpísimo. jajaja no me ha hecho falta pasarle ningún trapito. Esa ideal, la verdad, no se me ocurre sin alcohol en las venas. jajajaja
Y siguiendo con el tema, me kedo absorta mirando las llamas rojas, naranjas, amarillas... Cuando le abro el tiro, zas, todas se lanzan al vacío e iluminan esta habitación. Por otro lado, Silia se asusta y se despega de la chimenea, o bien mira fíjamente el fuego como esperando una respuesta. Cansada de esperar, me mira queriendo quizás un mimo, y se vuelve a tumbar, a conciliar el sueño, imagino. ¡Quien fuera perro!
Ésta se olvida de todo, comer, dormir, jugar y salir a hacer caquita al campo, ala eso es lo q le importa. A veces me asusta con los ronquidos o los sobresaltos que tiene cuando duerme, aulla o gruñe, o bien mueve las patitas simulando q anda o corre. Bien sólo lo sabe ella.
Hoy he llamado al CSIC y me han dicho que he sido admitida en el proceso de selección. Una gozada por un lado porque eso significa q he echado bien la documentación, pero aún keda lo peor (y que yo desconocía), que los distintos centros donde me inscribí me admitan por la puntuación. No se cuánto tengo, pero dado que aún no he currado de lo mio, pues muy poquito, sólo los cursos, sí esos que te cuestan un huevo y solo te valen para eso, para puntuar.
Ojalá las cosas salgan.
El próximo Otoño dejo mi casa, la casa donde he vivido durante 13 años y me marcho a Sevilla, a vivir una nueva Vida, una vida diferente donde hacer nuevos amig@s, nueva gente a quien mirar en la calle y en las salidas por las noches y en los bares, en las plazas, en una ciudad. Dejaré este pueblo costero y me sumiré en el caos de la ciudad, la tan llamada por ellos como la capital de Andalucía (y un cuerno para quienes lo crean). Si no entro antes con esto del CSIC, entonces tendré q buscar curro de algo para pagar el piso junto a Reverte, y dicho ya, para ahorrar.
El hombre lo intenta, me lleva a todos los lugares que sabe que me gusta, como por ejemplo a la calle Agua, donde descubrí (alucinada) un par de columnas romanas, increiblemente grandes con varios metros de diámetro de grosor y 10 metros por lo menos de altura; o por la muralla en el mismo centro de Sevilla donde quieren construir el metro, o por las callejuelas de Triana y junto al río.
Yo he elegido irme, pero quizá sea miedo lo q siento. Mi madre y mi padre me dice cositas que hacen q pensar. Pronto viviré en una ciudad extranjera y de interior (yo, una chica que necesita respirar el mar y su brisa, una chica a la que no le gusta las ataduras sociales, aunque cueste creerlo).
Hoy estoy sóla en casa, mis padres se han ido de vacaciones (de finde) a las Alpujarras. Mi hermano anda por ahí con l@s amig@s, y yo akí con la botella de Sheridans, la chimenea, un disco de Aute y Silia acosando al fuego.
Y con mis historias a otra parte, me voy a machacar un poco la armónia.
Fin de la conexión.
Qué fácil parece montarse en un barco
y bello serpentear su brisa
pero qué difícil resulta mantenerlo a flote,
evitar que naufrague, y las olas lo devoren y arrastren a las profundidades.
A veces es mejor no despertarse y seguir soñando, pero hay que salr de la camita y engancharse al nuevo dia como mejor se pueda.
Bien, de esta mañana paso de hablar porque mas bien ha sido la tónica de todas los días.
Vayamos a la tarde, a la hora en que llega mi madre a casa como si la hubiesen estado machacando (y es q con tanto niño y lo que no son niños en el colegio, debo de reconocer que allí tiene un batallón de guerra en vez de un aula).
Tras descansar un rato, me pide que vaya con ella a hacer unas compras. Me arreglo un poco la melena y me pongo un buen jersey.
Salimos a la calle y vamos andandito (porque ella no quiere ir en coche) pero con el paraguas porque estás diluviando. A mi no me importa, me encanta q llueva y sentirla mucho más.
Aún yendo con el paraguas que llevaba (mas bien parecía una sombrilla de playa), empapada a no poder más pq sopla fuerte el viento, y claro, de nada sirven los dichosos aparatos esos. (¡¡Lo mejor son los chubasqueros!!).
En el trayecto de ida a comprar y vuelta a casa muy bien.
9.30 de la noche -> Sale en las noticias esa que hoy está siendo un bombazo, una chica inglesa de unos 28 años ha superado el tiempo mínimo en dar la vuelta al mundo (71 días y 8 horas).
Yo, expreso mi alegría con respecto a este tema (yo que soy una lunática de las aventuras), y el que haya superado el Record (y más siendo chica, pq habitualmente los hombres se llevan los aplausos) me puso más contenta aún.
Ahora viene el comentario de mi madre:
- Yo creo q estas personas corren un riesgo innecesario. Pues qué tiene de especial recorrer el mundo en una nave marítima, sóla y con el montón de problemas que se ha podido encontrar.... Eso es una patología, correr riesgos innecesarios.
Eso es lo mismo q los que se tiran desde un puente o se lanzan en paracaidas.
- Pero mamá no llevas razón. El que unas personas quieran tirarse y/o lanzarse al vacío no significan que sea patológico. Ni tampoco el q aún habiéndose herido quiera continuar con el vuelo (le recuerdo q ese caso fue mío hace unos 9 años en parapente), o al que prefiera una noche en la cumbre de una gran montaña en vez de el hotel de la sierra... - Khardaia.
Dale que te dale y sigue con lo suyo. ¿Patológico? por favor, lo único patológico que existe hoy dia en el mundo es ese mequetrefe de BUSH.
Mientras me subía a mi habitación para dejar de oir las tonterías de mis padres de lo q es peligroso y de lo que no, pensaba en que como les diga que me voy en el puente a la sierra ( subida al Refugio del Poqueira, para luego ascender al Mulhacén) les da algo seguro. Por eso mismo y si realmente vamos porque las condiciones meteorológicas lo permitan, no diré nada.
Una cosa es saber cuáles son los riesgos, evaluarlos y tenerlos en cuenta, y otra muy diferente,hacerles caso omiso.
Y para terminar, mi padre (que se las da de saber de informática) le ha dado donde no debía y ha hecho desaparecer algunas cositas valiosas.
Como se nota que van pasando los años.