Para esconderme en el viento.
Para que no me sigas y des la tabarra diciendo cómo hacer mi trabajo.
Te juro que antes quise odiarte y te odié papá; luego se que con el tiempo, tal vez horas, se disipe ese sentimiento momentáneo.
Transparente para no ver las lágrimas, para no sentirlas, para que no se me atraganten. Pero las veo, me nublan la vista y recorren las mejillas. Son saladas.
No es el trabajo, ni mi nueva trayectoria, ni ayer ni hoy ni mañana, ni tú, ni él, ni ella.
Soy yo y no se cuál es el motivo.
Necesito ser transparente sin más.
Escrito por khardaia a las Septiembre 12, 2005 07:34 PM