Extraído del diario de difusión libre Basta en su edición del día 2 de febrero del 2011, el artículo "Operativos" del abogado, periodista, escritor, locutor y comentarista de radio mexicano Rafael Loret de Mola, nos habla de manera crítica sobre los operativos por parte de la marina y ejercito mexicano que han tenido lugar en la Ciudad de México. Nos dice que estos, a pesar de tener algunos aciertos, en la mayoría de las ocasiones han llegado a presentarse como hostiles para con los ciudadanos. Cabe mencionar que en los días anteriores a la publicación de la nota, en la Ciudad de México se llevaron a cabo operativos por parte de las fuerzas armadas, hecho que sirve como base para el autor en la realización de dicho artículo. Ahora bien, realizando una búsqueda de información sobre estos acontecimientos, encontramos que dichos operativos fueron llevados a cabo en la semana anterior al 27 de enero de 2011 (lunes 24 y martes 25), día en que fueron justificados por el Secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, en una conferencia de prensa en la ciudad de Toluca, donde "afirmó que los operativos de seguridad realizados en el Distrito Federal y en el estado de México se llevan a cabo donde hay violencia, con el fin de desarticular a bandas del crimen organizado". [1] Así mismo el secretario también señaló y "lamentó que en esta lucha contra el crimen organizado se pierdan vidas inocentes, pero recordó que muchas veces son los delincuentes los que eligen donde detonar sus artefactos".[2]
Loret de Mola en este artículo, la principal crítica que hace a los operativos es debido a su carácter amenazante y hostil para con el derecho de los ciudadanos a transitar libremente por las calles de su ciudad, utilizando constantemente símiles que denotan su postura con respecto a estos actos. Algunos de los principales símiles que utiliza son los siguientes:
a) "el Gobierno de México no está lejos de decretar una especie de estado de sitio para ampliar las operaciones castrenses por toda la República".
b) "rebasando funciones y como si ya rigiera la ley marcial".
c) "la Marina se adueñó del asfalto separándose, por ende de sus facultades específicas."
En el primer caso (a) se puede apreciar que el símil se utiliza con un carácter crítico hacia el Gobierno de México, haciendo una similitud entre "una especie de estado de sitio" y la situación que se percibe durante el proceso de los operativos.
En el segundo caso (b) el símil aparece cuando el autor dice: "como si ya rigiera la ley marcial" refiriéndose a la manera en que los operativos llevan a cabo los procesos de cateo y/o registro de viviendas, los cuales según parece son de manera autoritaria y desconsiderada con los vecinos y residentes de las zonas involucradas.
En el tercer caso (c) cuando el autor menciona que la Marina "se adueñó del asfalto" quiere decir que la autoridad ejercida por la Marina es absoluta y que pareciera son dueños de las calles durante los operativos.
En la búsqueda de información encontramos que estas similitudes hechas por Loret de Mola está sustentadas por ciertos actos que la PGR ha llevado acabo, como lo informa una página de internet dedicada a la difusión de información, la cual nos dice:
"Elementos de la PGR le han seguido los pasos desde los cateos en dos domicilios de la Colonia Jardines del Pedregal a principios de noviembre pasado, y aunque Beltrán Leyva ha logrado pasar inadvertido, si se ha detenido a otros personajes relacionados con la organización"... Por su parte fuentes castrenses manifestaron que los operativos para localizar a Beltrán Leyva continuarán, tanto en el Distrito Federal, como en municipios conurbados"[3].
Ahora bien el análisis de la estrategia discursiva por parte de Loret de Mola denota la inconformidad con respecto a los actos que conllevan la realización de los operativos en la ciudad de México y hace un llamado a los ciudadanos a poner atención a este tipo de situaciones, tomando en cuenta que "algunos de los operativos más eficaces, encaminados a asegurar o ejecutar a los capos y criminales mayores, han sido desarrollados por la Marina" pero que al mismo tiempo "crecen las sospechas sobre las infiltraciones sufridas por el ejército a manos de los narcotraficantes imparables[4] y con enorme capacidad para ampliar complicidades".
De esta forma el autor reafirma su postura y al mismo tiempo la justifica alegando a la enorme capacidad de los narcotraficantes para infiltrarse en el ejército y a la falta de consideración por parte de las fuerzas armadas mexicanas para cumplir con su trabajo sin tener que pasar por encima de la tranquilidad y derechos de los ciudadanos.
De mi parte considero que esta postura es un tanto extremista en los símiles que utiliza y al crear una mala imagen de los operativos en los lectores, así mismo, sostengo que el artículo está inclinado a denotar los fallos más que los aciertos y que a pesar de mencionar que estos operativos han tenido en alguna ocasión logros, estos los demerita enseguida acusando al ejercito de posible corrupción. En suma, pienso que el autor está en derecho de expresar su postura, aunque ésta demerite los esfuerzos y logros por parte de las fuerzas armadas en dichos operativos.