Es curioso lo de la rutina. Te espera detrás de las esquinas, esperando el momento propicio para saltar sobre tí y morderte con sus afilados dientes. Es como un vampirito que vive entre nosotros y vive de nuestros días. A mí a veces me atrapa, me agarra del cuello y a veces creo que voy a morir asfixiado pero entonces siempre hay un cambio. Una luz se enciende y decido no desangrarme en la soledad del día. Decido tapar las heridas que me propina rutina y pegarla una buena patada que la mande lo más lejos posible. Lo más lejos posible sí, porque así tardará más en volver. Y es que rutina además de peligrosa se encariña con la gente y siempre siempre vuelve. No nos podemos esconder de Rutina porque ella siempre sabe donde vives.
Escrito por Valmont80 a las Enero 11, 2004 10:48 PM