Uno tiene algo y cree que va a durar siempre, que nunca se va a gastar y que el tiempo no le va a afectar. Y no sólo lo cree sino que lo desea con todas sus fuerzas. Y a su alrededor ve que las demás cosas, las de los demás (no las propias por si no quedaba claro) se van estropeando. A veces esas cosas se arreglan y funcionan un tiempo más hasta que las sucesivas averías hacen imposible una reparación y se tiran a la basura. A veces se cambian por cosas nuevas que parecen más bonitas y modernas al principio pero que no tienen ese tacto y ese olor que tenían esas otras cosas viejas. Hay otros que nunca compran otras cosas nuevas y creen que el recuerdo de lo viejo le vale pero eso tiene el riesgo de que las cosas viejas se le traguen a uno. Finalmente hay una clase de personas que actúa correctamente. Las que
aceptanque las cosas envejecen y mueren y saben encontrar el espíritu de esas cosas viejas en las cosas nuevas.
PD: A buen entendedor pocas palabras bastan.
Escrito por Valmont80 a las Diciembre 8, 2003 01:18 AM