Ya hace dos semanas que no juego al billar!! muy mal!! y todo porque a Álvaro le han mandado unas traducciones y está enclaustrado en casa como un monje del tíbet que ni sale ni siente ni padece. y eso que dentro de poco me iba a comprar mi propio taco... espero que no tenga que esperar mucho. Descubrir el billar es fascinante... uno llega por mera curiosidad al ver esas bolitas que se mueven y se meten en los agujeros (troneras). Más tarde uno decide echar una partida y intenta meter las bolas sin saber muy bine cómo hacerlo. Sólo sabe que hay un palo que se maneja y unas vagas reglas que ha de seguir.
Finalmente y sólo si el virus del billar ha entrado en tu interior (lo que no siempre sucede) uno se plantea la posibilidad de controlar lo que ocurre encima de la mesa y no que el juego se decida por mero azar. Aprende viendo a los buenos jugar, lee mucho y practica mucho más. Finalemente cuando se convierte en una necesidad comparable a leer, ir al cine o salir de marcha uno decide que necesita un taco propio, no esos palitos que encontramos en la mayoría de las salas. La afición por el billar también nace viendo películas que tratan el tema. Y como he dicho antes tengo síndrome de abstinencia pues me estoy descargando "El color del dinero".
Escrito por Valmont80 a las Octubre 28, 2003 07:18 PMAsí que síndrome de abstinencia, eh? Jajajajaja Dile a Alvarito que se lo tome con calma, y tú también, que me parece a mí que te estás enviciando mucho con eso del billar!!
Sé bueno.
Besitos