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A VECES QUIERO ESTAR ASI

Hablaba ayer con badiola y con arturo fernández para contarles un poco la historia del sábado porque me llamó badiola y no pudimos hablar mucho rato, más que nada porque había mucho ruido y luego no me di cuenta de que me llamó otra vez, no porque no quisiera hablar con él, sino porque como estuve en una boda ni me enteré de que me llamaban, no soy como otros que hay que llamarles quince veces para que por fin te respondan y te digan "ya vi tu llamada perdida", menos mal, respondo, que no era nada urgente, la mayoría de las veces es para comentar cómo van las cosas, porque por suerte aún no me ha tocado comunicar ninguna noticia triste, que desgraciadamente todo llega y algún día nos tocará, como me dijo mi abuela el sábado al ver que se casaba mi primo, el primero de la familia, aunque ya iba siendo hora, porque el chaval tiene treintaicinco años y se lo estaba tomando con tranquilidad, creo que la novia se estaba poniendo un poco nerviosa ante lo cual no tuve más remedio que decirles que empezaban un poco mal eligiendo la fecha, el sábado fue once ese, porque lo que de verdad me gusta es poner nerviosa a la gente en eventos sociales de este tipo, aunque no creo que finalmente lo consiguiera, porque les vi muy sueltos y risueños bailando al son de los tres músicos que vinieron, nada que ver con music wedding, y a quienes mi hermano el pequeño y yo faltamos un poco el respeto solicitando a la cantante, en un tono audible para casi todos, que se quitara la camiseta, lo cual por supuesto no hizo, ni siquiera lo amagó, aunque otros invitados se sumaron a nuestra propuesta, mientras un desgraciado que trabaja como guardaespaldas de alguien superimportante quería robarme la chaqueta, lo que yo achaco a la ingesta de alcohol y no al ánimo de apropiarse de lo que no es suyo, porque se la quité amablemente mientras él me proponía una especie de encuentros sexuales que preferí ignorar, algo que a la mujer de mi primo no le extrañó porque me dijo que alguna chica ya le preguntó por mí y es que según mi madre y mi abuela yo era el más guapo de todos los invitados y por eso mi madre, a pesar de que no bebe, se pasó media boda bailando conmigo, muy animada ella, mientras mi padre me preguntaba dónde estaba la barra libre y me decía que bebiera con moderación porque luego tenía que coger el coche, y es que desde el restaurante hasta mi casa hay un rato y por la noche suelen poner controles, aunque a mí no me han parado nunca en un control de alcoholemia, sólo una vez que iba de copiloto le hicieron soplar al que conducía, pero fue en la castellana, debajo del puente de nuevos ministerios, lo que me recuerda que, sin venir a cuento, a veces me da mucha pena haberme ido de madrid.