Diciembre 01, 2007

Debo reconocer que hoy he aprendido...

Hoy pensaba algo curioso que luego comenté: quien se sabe muriendo, no teme hablar. Cierto que eso no ocurre en todos los casos, pero si, efectivamente los moribundos, generalmente tienen arrebatos de sinceridad.

Bien sabemos que no hay una única forma de vivir, y que, en realidad poco sabemos el modo en que moriremos, pero, en el fondo todos deberíamos saber que estando vivos, somos un poco moribundos también.

Por distintas razones que no vienen a cuento ahora, y que salvo mis ahora cotidianos altibajos de salud (desde hace un año), no tienen que ver absolutamente nada con mi salud, es decir, físicamente no tengo ninguna enfermedad terminal, ando en esa onda desde hace ya algún tiempo. Moribunda. Viviendo, si, pero sabiéndome muriendo también, y creo que, salvo los períodos intensos que eso ha traído, en términos anímicos sobre todo, he podido tocar otro modo de ver el mundo, y desde allí, definitivamente he obrado como el moribundo que antes describí (diciendo aún más que antes, creo).

Esto viene a cuento de lo que diré a continuación (o al menos eso espero).


Con frecuencia hablamos de organizaciones virtuales de un modo bastante abstracto. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar cuánto implica, cuánto se diferencia la organización virtual de un equipo y su organización física.

Por otro lado, nuestras leyes, al menos en Venezuela, tampoco contemplan otros modos de organización que no sean aquellas que posibiliten un contacto físico frecuente entre sus miembros de modo que los roles y funciones dentro de la organización puedan ser mostrados, aprehendidos, aprendidos y aplicados (emulando la espiral del Ba de Nonaka y Takeuchi para el aprendizaje organizacional), a través del contacto físico directo en horas de oficina, y en muchas manifestaciones (reuniones, discusiones, equipos de trabajo, sesiones de grupo…).

Ciertamente el que nuestras leyes no prevean mecanismos para la organización formal de grupos virtuales (por ejemplo organizaciones con formas de teletrabajo por ejemplo o con modos de interacción exclusivamente virtual), definitivamente no es inocuo para ese tipo de organizaciones.

Un modelo de estatutos, por ejemplo, no puede incluir la elaboración de un libro digital de actas de asambleas, o de registro de miembros, o de contabilidad …. Todo esto puede llevarse de modo digital, pero lo que es válido, lo legal, es el registro impreso, a mano de todos estos hechos en la vida organizacional. Dicho sea de paso, en ocasiones algunas organizaciones, en especial las muy pequeñas o pequeñas, terminan sintiendo que toda la vida de la organización es el constante cumplimiento de normativas que consideran, en su mayoría, innecesarias.

La teneduría de libros, la ocupación física de un espacio en el que las actividades de la organización se desarrollen, definitivamente, son sólo una arista de todo esto. Los modelos organizacionales estándar definitivamente dan al traste con la propia búsqueda interna de cada organización (y esto no sólo es válido para las virtuales), porque pocas veces se “encaja” en esos modelos estándar.

Soy miembro de una organización fundamentalmente virtual que ha estado, desde hace un par de años, sucumbiendo poco a poco aún sin saberlo, y ha estado organizacionalmente castrada desde sus inicios. Eso he podido verlo finalmente hoy frente a mis ojos, porque: (a) la virtualidad de las comunicaciones ha ido imprimiendo una nociva informalidad en las relaciones que resulta insuficiente para eregir desde allí la estructura organizacional sin hacer los correctivos de rigor y (b) el modelo estándar propuesto en sus estatutos, resulta una tontería al lado del modelo de organización que se quiere.

Bien, hoy he podido decirlo, finalmente, desde mi condición de moribunda y aún allí, desde la muerte, algo se ha aprendido. Creo.

La virtualidad de las comunicaciones, paradójicamente, nos ha alejado. ¿Curioso, no? bueno, no tanto si asumimos que las relaciones entre los miembros que ocupan cargos directivos y el resto de la organización se han mantenido en el terreno de lo informal y con una informalidad que no ha permitido concretar acciones para organizar la organización. De modo que allí, entendiéndonos como estructura virtual, hay que comenzar a dibujarla …

yo tengo un lápiz… alguien tiene papel?

spicyspiralia at 03:54 AM

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Comments

Este tema que tocas en este escrito me parece muy interesante y por eso he decidido hacer este comentario.
1. Pienso que las comunicaciones virtuales se han tornado altamente informales por lo "efímero e inmaterial de las mismas". Sin embargo, tener al frente personalmente a alguien en esta vida ¿quien puede decir que no es un momento efímero también? Obviamente dependerá de cada punto de vista de las personas que interactúen en ese momento. Pero el medio físico el observar a quien te habla, el perfume de la otra persona, un apretón de manos hará de ese espacio tiempo algo que será impreso en la memoria de las personas...y mas allá de la memoria en el recuerdo. Cosa que si ves en comparación a una charla vía digital podrá quedar en la memoria de la máquina pero hasta ahora no habrá un recuerdo de todos esos otros estímulos.
2. Lo inmaterial me lleva a ver lo que comentas de las actas y libros en un registro. Un papel y un lápiz pides tú al final de tu escrito. Por que no pides un ¿digital pen y una pantalla touch screen? ¿Será por lo inmaterial del resultado? ¿o por ese temor que tenemos de que la información pueda perderse mas fácilmente que lo que quede en un papel? Me dirás: "pero hemos perdido registros de archivos completos con libros y papeles en inundaciones o incendios. Perfecto! pero ¿has intentado alguna vez (de seguro que sí) procurar abrir archivos antiguos (de 5 años de edad)los cuales, por su formato, no pueden ser abiertos por los actuales programas? y en caso de hacerlo se pierde buena parte de la información. ¿O ver que buena parte de tus archivos deben ir a la basura pues los medios de resguardo y almacenamiento son tan o más volátiles que guardar libros empapados en gasolina al lado de una inofensiva fogata?
Total en nuestro estado colectivo de moribundos, pienso que aún no hay que ni darle la dudas totales a los nuevos medios ni tampoco hay que idolatrarlos. Habra que irse amoldando a una especie de mixto hasta que estas nuevas alternativas maduren y nos den elementos tan o más fiables que los que nos dan con los que actualmente confiamos. Señora: a papel y lápiz lo escaneas guardas la información y además lo imprimes!

Posted by: Ivan at Diciembre 5, 2007 05:43 PM

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