La vida tiene una forma curiosa de hacernos pasar por ella.
Las últimas 48 horas de mi vida son de las más extrañas por las que he pasado. No podía imaginar que en un espacio de tiempo tan corto podía sentir cosas tan dispares. Al final, todo fue un sueño...
Durante las horas que dormimos pasamos por fases, en cada una de esas fases cambiamos de sueño y a veces, si tenemos suerte, volvemos a soñar con lo mismo. Eso significa básicamente que un sueño no dura toda una noche, dura mucho menos, y eso es lo que he vivido yo.
No estaba equivocado, si desea algo con todas tus fuerzas, tanto como para dejarlo todo por conseguirlo, se consigue. Este blog tiene pocos días de existencia, pero su contenido gira alrededor de la misma persona. Todo han sido idas y venidas, días de fuerza y de debilidad, basadas únicamente en como se desenvolvían los días con ella.
Un día me levanté especialmente fuerte pero débil. Fuerte porque sabía que tenía que hacer algo al respecto, débil porque no sabía como hacerlo. Al final todo fue fuerza y comenzamos a hablar.
Al principio solo hablaba yo, expresaba una serie de pensamientos, de sentimientos, y mi único deseo era simplemente que ella no me abandonase. Lo conseguí. Estabamos lo suficientemente agusto hablando de nosotros que no hubo ni siquiera momentos de tensión. Por mi parte mi corazón parecía que iba a dar un vuelco, y por la suya simplemente había naturalidad. Una naturalidad que a mi cada vez me hacía sentir más cómodo.
Siguieron pasando los minutos y cambiamos de lugar de charla. A ninguno de los dos nos apetecía irnos. Es cuando comenzé a soñar.
Derrepente eramos uno, estabamos cogidos de la mano, nos habiamos besado y nos sentíamos fuertes juntos. El único inconveniente parecía que era simplemente el no herirnos mutuamente. Yo por mi parte sabía que eso no pasaría, ella no lo tenía tan claro. A pesar de todo, seguiamos juntos.
Era lunes, era tarde y ambos trabajamos, así que se pasaba por la cabeza la sombra de las responsabilidades. A pesar de todo no queríamos separarnos. El primer atisbo de separación fue que cada uno debíamos llevar un camino distinto a casa, pero se resolvió, nos montamos juntos en un taxi (bastante peculiar por cierto). Según subían los números significaba que nos acercabamos más aún al momento de decir "hasta mañana". Un mañana que fui capaz de prever a pesar de estar locamente ciego.
El momento había llegado, ella debía bajarse y yo continuar. El viaje había sido tan especial como lo que había acontecido antes de comenzarlo. Todo fue bien, una mirada más, una caricia más y... un beso.
El sueño termina.
No cambiaría absolutamente ni uno de los minutos que viví aquella noche. Aún me tiemblan las manos cuando pienso en lo que viví... pensé: "un poco de suerte al fin".
Aún seguía pensando que yo también debía haber finalizado el viaje en ese momento. Tenía que haberla acompañado un poco más. ¿Pero de qué habría servido?, ahora empiezo a creer que de nada.
A pesar de no dormir nada en toda la noche, era feliz. La fuente de inspiración de mis palabras, la dueña de todo esto, mi musa parecía que había comprendido al fin que merecía la pena pasar el tiempo conmigo, y dejar que yo la hiciese feliz al fin.
Aun no era consciente de que el sueño ya había terminado, seguia soñando despierto, pero no me daba cuenta de que ya estaba solo.
Era martes y no era capaz de pensar en otra cosa. Ni tan siquiera era capaz de organizar mis pensamientos para plasmar un poco de felicidad aqui, dejar mis palabras inscritas en el anonimato, aqui donde me siento cómodo porque estoy solo pero algunos me acompañan sin saber quien soy.
El día se estaba haciendo largo, demasiado, hasta las 6 de la tarde, momento en que recibí la tan esperada llamada de teléfono. Como dije antes, yo ya había sido capaz de pensar tanto en la buena llamada como en la mala. La buena sería natural, una conversación entre cómplices que permitiría seguir adelante un poco más. La mala solo podría traer desencanto.
Ahora estoy solo otra vez. He soñado una vez más y he perdido la ilusión. No me arrepiento de soñar, quiero seguir haciendolo, pero nunca más quiero despertar.
Estoy triste
Pensamiento de Solitude en un momento que pudo ser en Marzo 10, 2004 09:42 AMHum... Si me permites un comentario... Soñar es bueno, pero en el sueño no tienes armas, no te puedes defender, simplemente puedes tener la esperanza de que todo será bonito. No puedes luchar contra la fantasía. Sin embargo, la realidad es distinta, tienes tus propios instrumentos de defensa, dando un mejor o peor resultado, pero algo es algo.
Realmente, lo que te quiero decir es. No sueñes, lucha, lucha por lo que quieres, tal vez lo consigas... Si no es así, al menos lo habrás intentado.
Una cosa es clara. En tu mundo de fantasía creerás tenerla, pero no la tendrás. En la realidad, todo puede pasar, tenerla, perderla, olvidarla, etc.
Bueno, creo que desvarío, así que, aquí acabo.
Un beso, y plis, anímate.
"NADIE TIENE DERECHO A HACERTE DAÑO, NO LES DES EL PRIVILEGIO"
El problema de ese sueño que he tenido es q fue vivir un sueño, todo lo contado ha ocurrido de verdad, quiero luchar por ello, pero las cosas parecen estar claras... al final, solo es mi sueño
Gracias Mer
Bueno, entonces te diré una cosa que es una noñería, pero funciona. "Si lloras por no ver el sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas".
En serio, no te cierres. Es lo peor que puedes hacer.
¿Has tenido algo con esa persona especial? Pues consérvalo en tu memoria y no lo olvides nunca. Pero ten en cuenta que hay más personas especiales ahí fuera.
Es como estar mirando continuamente a una puerta cerrada, en un pasillo donde las hay para todos los gustos.
Pensamiento de Mer a las Marzo 10, 2004 08:44 PM