Una vez puse un post sobre un par de gilipollas que, rotulador trazo en mano, recorrieron la Vía de la Plata poniendo su nombre y lo enamorados que estaban en cuanto monumento tuvo la desgracia de ser visitado por ellos.
En Oviedo hicieron una estatua en bronce de Woody Allen, como si estuviese paseando por las calles de la ciudad. Con sus gafas y todo también en bronce.
A veces me/nos quejamos cuando nuestros ignorantes politicastros ponen una "escultura" que ni cristo entiende, y no es por tontos, es por que nada representa, en la que además malgastan una millonada de nuestros impuestos. Ese tipo de "arte" nadie lo rompe, nadie le toca, apenas lo pintarrajean, basta algo bien hecho para que aparezca un botarate y lo escaralle.
La epoca ideal de alguno sería el SXVII o XVIII ¡agua va! y que lo llenasen de mierda, así, entre la mierda sería inmensamente feliz.
Hace tiempo que lo pienso, pero nunca se me ocurrió ponerlo por escrito, hace un rato estaba pensando de nuevo en ello.
Existen en internet mogollones y mogollones de webs dedicadas al BDSM, algunas serías, normales, del montón, sin más. Otras tienen una curiosa particularidad: nos muestran un BDSM perfecto, romantico y hasta agradable. Pocas, casi ninguna, cuentan los problemas reales que puede haber en una relación BDSM.
No se, cada quien tiene su idea sobre estas cosas y me parece bien y respetable (estupida pero respetable, un estupido también puede ser respetable). Me hacen gracia esas páginas en donde todo es perfecto, no hay fallo, todo es esplendido y estupendo, el Dominante es maravilloso y supermegaprotector, la sumisa es supermegamaxientregada y todo rodeado de florecitas entre grilletes, rosas entre látigos y la parafernalia ad hoc a los sentimientos del hacedor o hacedora de la páginita.
Todo esto no sería mayor problema si entre los practicantes y aficionados al BDSM quedase (a algunos nos daría la risa floja), me da que los titulares de este tipo de webs no saben o no piensan que su web puede leerla todo el mundo y con ello llevarse a engaño, puede haber sumisas (más dificil que haya Amos o futuros Amos que lo crean), que llevadas por esa idea romanticoide lleguen a pensar que es maravilloso el BDSM y que los latigazos y azotes no duelen y que se convierten cuando el cuero roza su piel en dulces caricias, pues no, duelen, y duelen en serio.
Otras creeran que su Amo es, o tiene que ser, superprotector. Empecemos por el principio, hasta ahora no conocí a ninguno que fuese Superman y si no es Superman no hay superprotección, el Amo es un mortal más, con sus defectos y virtudes y te protegerá, mi querida sumisa, si puede, cuando puede y como puede. Si llega a ser tu pareja estable serás como cualquier pareja normal, con todos, absolutamente todos sus problemas, pero además, a ti de cuando en cuando te azotarán, te humillaran, sufrirás celos y todo ello te dolerá, y a lo mejor no eres tan sumisa como pensabas y no aguantas de la misa media.
Tenemos también el idilico sueño de la sumisa "entregada" a todo, capaz de todo, que además presume de ello, en la mayor parte de los casos, y hablé con unas cuantas, su limites están muy bajos, excesivamente bajos para presumir de tal cosa, limites que suelen disimular con un "no es que yo no quiera, pero no puedo soportarlo, se me hace imposible..." o un "me encantaría pero me da nauseas...", pero eso si, presumen de gran habilidad en otras cosas, virtudes como cocinar (saben hacer un pastel de algo y poco más) ya que les gusta ver feliz a su dueño, que me pregunto yo para que quiere alguien que una sumisa "SEXUAL" sepa cocinar, claro que a veces tras el Amo hay un machista como la copa de un pino que busca a una tonta del bote.
Despues tenemos el rollete del Amo estudioso, una especie de sabio o academico que diserta en plan Seneca sobre el BDSM haciendose imbuir de una especie de aura respetuosa, de un estatus superior al resto de los mortales, algo así como un "yo se dar latigazos y los se dar bien... mejor que los demás, he leido sobre ello, he estudiado", esto también tiene su gracia, pero a lo mejor hablo otro día del tema.