Fuí a buscar un reloj de campana que tenía a reparar, tuve que pasar por la C/ Pizarro y había un flautista.
Suelo dar alguna moneda cuando puedo a los musicos callejeros, me resultan en general agradables, sobre todo si tocan bien y me pone incluso de mala leche que nadíe les de nada a quienes cuando paseamos por la calle nos alegran la vida con musica, despues curiosamente le damos una pasta gansa a una tal SEGAE por un disco de Bisbal pero en fin. En Salamanca llegue a berrearles a los que estaban en una terraza en la que yo estaba que eran unos tiñalpas, solo por que un gaitero y una chica pandereteira tras tocar una pieza, excelentemente interpretada, solo recibieron los tres euros que yo le puse en la pandereta, alguno incluso les dijo alguna frase despectiva cuando pasaban la bandeja (en la terraza había mucha peña, no me hicieron nada, creo que pensaron que yo era un loco o algo así, solo tenía un pedete lucido). Aún así a los flautistas no suelo darles un duro, más que nada por que no tocan, destrozan una pieza y dan la vara en la calle molestando cuando pasas, no se están quietos en un sitio, no, van a junto tuya y te acosan siguiendote un rato con la martingala de la flauta que no saben tocar, pero este flautista era raro, a veces incluso uno toca y el colega va tras tuya incordiando, eso amén de las diversas adicciones que denotan.
Al ir a por el reloj desde lejos observé que el flautista este, hablaba amigablemente con un transeunte, al volver, como venía cargado con el reloj, y me cortaban la mano las correas de la bolsa, paré un momento a cierta distancia y ví que saludaba a los transeuntes que iban y venian con sus recados, al pasar un niño en una bicicleta con su abuelo tuvo unas palabras amables para él y le regaló un caramelo, parecia conocido de todos, es que a veces no era él quien saludaba, estaba tocando y pasaba la gente y le decia alguna frase amable o le echaban en un cestito alguna moneda. El flautista tiene un perrito, sin raza, con el pelo de color claro, perrito que está allí tumbado sin hacer ninguna tontería, que eso es otra, me jode sobremanera el tipico "artista" que obliga a un perrito a hacer algo anormal para un perrito, estarse quieto durante largo rato, tener un chupete en la boca, caminar sobre dos patas y gilipolleces de ese calibre, como también me toca la moral el tipico mendigo que se pone de rodillas y con los brazos en cruz ¿para qué?, el caso es que el flautista era muy sociable y parecía muy integrado en el barrio, además de estar limpio, que esa es otra ¿por qué y para qué la guarrería que algunos muestran?.
Seguí observandole con mayor interes si cabe, y comprobé que tocaba bien, a pesar de la humildad del instrumento, éste sonaba maravillosamente.
Volví a coger mi reloj y seguí mi camino, puse dos euros en la cestita y seguí, el hizo un gesto con la cabeza y continuó tocando la melodía, era una canción gallega, el "Alalá das mariñas".
Los ayuntamientos gastan cantidades ingentes de dinero en mobiliario urbano, en instalaciones que nos hacen la vida más facil, y eso está bien, me parece fabuloso, la musica también nos hace la vida más agradable. Creo que a gente como esta deberían de pagarlespor alegrarnos la vida cuando transitamos por la calle.
Escrito por SOLDADO a las Enero 28, 2005 01:25 PM | TrackBack