Igual que en la vieja canción de Peret, uno de nuestros más rocambolescos "espias" (de aquí, de España, de la de siempre), Francisco Paesa, tras cometer un largo cumulo de delitos "se fallece" en Thailandia y encarga cantos gregorianos por la salvación de su alma y todo. Tras largos años dado por muerto en Thailandia, reaparece en Luxemburgo desempeñando la lucrativa profesión de maestro de su sobrina, al parecer aprendiz de timadora. Los servicios secretos españoles (CNI), de sobra conocidos por todo el mundo y la Interpol en todos estos años no logran dar con su paradero y lo encuentra una vulgar agencia de detectives. Tipical Spanish.
Bond, James Bond, es un vulgar aprendiz al lado de nuestro entrañable Paco Paesa.
Escrito por SOLDADO a las Noviembre 17, 2004 03:47 AM | TrackBack