Promesa. Expresión de una voluntad que alguien se impone cumplir. Aquí hablaré sobre las promesas en el terreno sentimental. Imaginense la cantidad de situaciones que sirven de contexto a todo lo siguiente.
Las promesas en el campo sentimental suelen surgir en momentos de catarsis amorosa, de excitación etílica o como propósito de agradar a alguien con algún fin más o menos perverso. Este tipo de promesas son, sin embargo y según mi experiencia, las que menos se cumplen y, lo que es peor, las que más daño hacen a una persona cuando no son cumplidas. Estoy practicamente seguro que todos los que hayan tenido una relación con una persona(ya pueda ser una relación de meses o años, así como una de un par de horas) ha sufrido este tipo de injuria.
La alegría experimentada por la promesa por parte de la otra persona es en el momento grandiosa. Tal alegría desencadena una serie de planes e ilusiones, que se ven truncadas cuando ya mediante la espera o la dejadez de la persona prometedora, hacen que empecemos a vislumbrar que la promesa como tal no será cumplida. Es entonces cuando nos preguntamos el por qué prometer algo(una promesa, al menos para mí y estoy seguro que para mucha gente también, es algo "sagrado", es tu palabra) si se sabe de antemano que no se va a cumplir o que las probabilidades para que esta sea cumplida son mínimas.
Esto nos lleva a una serie de reflexiones, de las cuales casi siempre sacamos una conclusión principal: empezamos a juzgar a la otra persona de una forma totalmente negativa. Según la importancia de la promesa, el amor que le teniamos a la otra persona puede empezar convertirse en odio debido al gran daño que nos ha hecho. Empezamos a darle vueltas al asunto sin encontrar ninguna respuesta, lo cual hace que aumente nuestra enajenación.
Este es el fallo. ¿Por qué darle vueltas a un problema el cual no hemos creado y de cuya solución no somos responsables? Lo mejor, olvidarlo. Olvidar la situación y a la persona. Una opción posible podría ser hablar con esa persona sobre el por qué ha actuado así y no ha respetado su palabra. Esto en la mayoría de los casos suele desembocar en una retaíla de excusas cada cual menos convincente y más dañina para nosotros, porque entonces es cuando empiezas a preguntarte si acaso nos toman por retrasados. En cambio ya conoces una parte de esa persona. No es de confianza. Ha dañado la que tu tenías puesta en él/ella y eso es irreparable. La confianza. !Que frágil es en esta sociedad moderna en la que carecemos de palabra y hacemos y deshacemos a nuestro gusto!. Aunque éste ya es otro tema...
Tened cuidado con lo que prometeis. Promesas incumplidas pueden significar punto y aparte.
que grandes verdades. Somos tantos los credulos a los que nos han defraudado. Pero somos muchos los q necesitamos tener fe y volveremos a creer otra falsa promesa
Escrito por secuestrada por la luna a las Diciembre 14, 2003 02:12 AM