Los domingos siempre se despiertan con desgana. Se hacen los remolones en la cama, oyen voces, pero no se levantan.
Una vez en pie, se arrastran lastimeros, sin saber qué hacer.
Pero hoy es diferente. El sol brilla con toda su intensidad, sin una sola nube como obstaculo. Sin resaca, ni preagobio por lo que queda de día, que suele ser poco, pero se hace muy largo.
Los domingos suelen ser tristes y vacíos. Ni un alma por la calle hasta después de comer.
Pero hoy es diferente. Pinta bien. Un bañito, arena y toalla; cortado con hielo, con sacarina, por favor, aunque nunca se acuerdan; y su compañía, alguna anécdota del día anterior.
¿Me hago mayor?
Tres cubatas ya me tumban, me revuelven las entrañas; las horas pasan más despacio y ya no vivo en ese ritmo frenético constante.
Algo faltaba en el ambiente.
Últimamente prefiero la tranquilidad. Y divagar. Como siempre. Siempre divago.
Hombre. Gracias, muchas ;)
Encantada de saludarte
Hola. Me gusta lo que escribes, mucho. Aquí tienes un fan. Saludos.
Escrito por el hablador autista a las Junio 29, 2004 12:55 PM