Yo no quiero
ser marioneta de trapo, buscar el trabajo de mi vida, ahorrar para el futuro de mis hijos,
soñar en digital,
mentir cada mañana, tumbada en una cama, decir te quiero,
arrepintiéndome después
Y no quiero
preocupaciones por orgasmos, ni un "cariño, ¿te ha gustado?",
que me digan rubia por la calle, que se engañen a si mismos,
tener un grupo de amigas, ir de compras y marujear
Lo que quiero, precisamente, es el antagonismo, de cada ejemplo imaginable; del sin fin de estupidices que hacemos los humanos.
Quiero ser un animal. Y morirme de placer en un instinto. Sin dolor existencial y desengaños.
Lo que quiero no sé si existe
pero,
probablemente, es tarde para amar la realidad.
Lo que quiero, es recordar aquella chica de ojos tristes, sin ganas de matar, cuando el recuerdo es pecado en mi biblia, cuando nada será como creí, y levantarse sea duro, y con desidia
no me atreva
no me asuste
no me guste
y odie empezar.
Odia. No dejes de odiar.
Escrito por enfant terrible a las Junio 15, 2004 12:40 PM