Everything in its right place (II)

Prosigamos pues... Me había quedado en mi versión de lo poco que vi del Berlín alternativo y alterado.

Primera Noche: Die Kleine Philarmonie

Nosotros más chulos que un ocho nos dedicamos a explorar los alrededores del albergue por Zoologischer Garten, y empezamos a hacer ochos. Estamos rebentados. Tan sólo queremos un bar donde tomar unas cervezas (seguramente, las terceras del día, con las cinco horas que llevábamos ahí). Era lunes y prácticamente todos estaban rezando el rosario en casa. Pero, oh no! Localizamos un bar con una terracita muy moderna y muy que pa qué. Tan sólo hay hombretones. No hay problema. Las hay que íbamos desesperadas. Uhm, bar gay, ahora entendemos las risitas. Nos encontramos con un panorama divino de la muerte, bohemio de la leche y finalmente, súper guay (por no decir súúúper verde). Las paredes estaban llenas de ilustraciones, pinturas modernas, fotografías en blanco y negro, dibujos en carboncillo, paredes de terciopelo, un piano, sofás de terciopelo rojos, naranjas y en colores cálidos, llenos de cojines, mesas con miles de manteles con un teléfono antiguo Siemens encima (uh, daba línea!)..... y lo que es mejor de todo, un cuarto oscuro para señoritingos salidos. La nota final fueron los paraguas colgados del techo...

Música... cómo lo diría? Quizás de filarmonía? (hay que ver que inspirada se pone una), que nos otorgaba una pose elitista, chulesca y bohemia, entre luces rojas, espejos y cerveza tan rica. Ayy... a dormir. Pero no tan pronto chatos, antes hay que ponernos al día con los bajos de nuestro albergue dedicados 24/7 a sexo puro y duro. Menudo sex-shop... qué de virguerías.

Véase a mi amiga Anna también encerrada en el difícil mundo del sexo en cabina

Segunda noche: Vayámonos de casa okupa!

Como todo turista pringado e iluso fuimos a ver las casas okupas “legales”, un poquito de por favor, no me encarcelen por terrorista en mi país.

Lo sé, lo sé, es la típica pintada que te puedes encontrar en Barcelona, pero por favor, no me jodáis el aura!

Me lo pasé divinamente, y en todas partes se leía ese mítico “No pasarán”. Momento cachondo de la noche. Hablando de guarredidas entre distintos lavabos con una amiga en catalán. Estamos en Berlín, quién huevos nos va a entender? Pues ni más ni menos que un colombiano que por azares de la vida sabe catalán. Menuda vergüenza. Nos da su versión alegre de Berlino, yo también me congratulo de haber venido.
La noche continua en cerveza sin parar, futbolín gratis y buena música. Incluso de refilón ponen Dover y nos extasiamos como fans de UPA. Total, el alcohol da sed, y terminamos a las cuatro de la madrugada poniéndonos hasta el culo de Döner Kebab mientras el señor jefe de la tienda me propone casarme con él y que me explote felizmente en su negocio cuchitrilero.

Tercera noche: Poniendo de dientes largos al Escocés Impasible

En el albergue tenemos compis nuevos... como un Esocés Impasible, pijín de unos 16. Para rematar su bordería y negativa de incrustarse con nosotros a la party del día anterior, nos dedicamos a zampar como unos condenados pa amb oli i tomàquet, con su respectivo jamón serrano. Seguramente se cagó en nuestros muertos, su mirada de lujuria mientras cenábamos era espectacular.
Esta noche estamos sosos, y por lo tanto snobs. Osea tía, somos tan snobs que no podemos ni mencionar la palabra pijo, jotía. Oséase, nuetro barrio snob es lo que queda más cerca para salir. Todo el día ha sido un no parar de caminar infinito (qué coño tiene de especial esa maldita avenida Karl Marx tan laaaarga si todo parecen pisitos de protección oficial?!). Y eso. Que nos metemos en Schwarzes Café. Parece que la cosa está cara. Si más no, me pido mi primera bebida alcohólica que no es cerveza y ya me encastan 7€ en un bar. Resulta que pido un Sex On The Beach, sí. Una bebida la mar de bonita en una frase como “I want a Sex On The Beach”, que terminó sonando simplemente como “I wanna sex” (en english para los no-aventajados del alemán), al camarero entre risitas sólo le faltó saltarme encima y montárnoslo escaleras abajo. Divertido si más no. Véase el ambiente cool más abajo.

Y como estos posts no pueden ser eternos... os haré capítulos a modo culebrón. Lo mejor está por llegar.