SEVILLA SIEMPRE
Discutíamos ayer unos amigos sobre la ciudad que, no sabemos exactamente por que nos hechiza. Es Sevilla claro, y no es que seamos unos provincianos sin mundo, o sin visión, el que mas y el que menos ya ando lo suyo por el mundo donde cada uno tiene sitios especiales, ni siquiera nos tira la tierra, que de cinco tres no son de aquí.
Yo les decía que es una ciudad con una evolución cero, o casi nula, pero uno de mis amigos con ciertas teorías sobre la vida muy peculiares nos hizo mirar la forma en que el nota que si que la ciudad evoluciona con los tiempos. nos hizo fijarnos en una calle céntrica, de las que llaman del casco antiguo, como en muchas calles de esta ciudad con un bar cada cuatro puertas, si comienzas a recorrerla del centro hacia las afueras, encontraremos, una tasca de las antiguas con sus barriles y olores a vino, gambas y aceitunas zapateras; el siguiente bar de capillitas tipo años setenta en que se pusieron de moda con sus cuadros de santos, vírgenes, incienso y música de bandas de cornetas y tambores; un poco mas adelante cafetería con mucha madera de contrachapado imitación roble y pequeños veladores de plástico y tubos; continuamos con un bar moderno entre la nostalgia hippye y teteria de Katmandú; finalizamos ya en la periferia del centro con la cafetería, bar, restaurante y no se que mas, con decoración en este caso medieval, pero de las que puedes encontrar algunas mas con decoraciones del señor de los anillos, y dragones barios; todo salpicado aquí y allá por chinos, italianos, hamburgueserías de todo tipo y garitos indefinidos de esos que existen en cualquier época.
Y según mi amigo aquí se ve la verdadera evolución de la ciudad.
Yo por mi parte con este no discuto pues en cierta manera, a su manera tiene algo de razón, claro que yo en esta ciudad siempre hecho un poco de menos algún que otro edificio moderno con personalidad, y no ese pene de cristal que nos quieren encasquetar.
(Bueno esto es algo muy local que quizás no a todos os interese pero hay quedo)