LA VIDA CON HIJOS
Cuando las parejas que tenemos hijos entre cero y catorce años nos encontramos con parejas amigas que por una u otra razón no tienen hijos y se han acomodado a esa situación, se han convertido personas tan egoístas, ( existen otros que aun si tenerlos son muy comprensivos y entienden nuestros problemas), que se pueden escuchar comentarios bastante crueles cuando por los niños se producen algunos retrasos o tienes que ir en un viaje parando cada par de kilómetros, o cosas por el estilo, berrinches y antojos de los crios son vistos en ocasiones como verdaderos delitos merecedores de las penas mas crueles. Pero lo que mas me molesta es cuando los comentarios se producen bajo cuerda, por detrás, y con un poco de mala uva, y por delante le hacen incluso carantoñas a la criatura y no paran de decir , ¡pobrecito es que es muy pequeño y no entiende!, (y el niño se crece claro).
Y eso que normalmente mi pareja y yo solemos advertir que vamos acompañados y con esta compañía se sabe como se empieza pero no donde se acaba, y procuramos poder tener una cierta independencia en cuanto al transporte y situación de los alojamientos.
La solución dejar a esos amigos diréis, pero la realidad es que en el fondo son realmente gente con la que estamos a gusto nos lo pasamos bien y en situaciones normales es muy agradable estar con ellos, en ocasiones incluso nosotros clamamos a Erodes para que regrese durante unos instantes porque los hijos cambian realmente la vida.
Mi abuela siempre lo decía la gente que no tiene hijos no sabe lo que se sufre por ellos ni entiende que si un hijo aunque tenga cuarenta años se hace un rasguño, el padre pierde días de vida, y la madre años.......................