un segurata en apuros

Nos venden una ilusión cuando somos niños y cuando salimos a la realidad de lo que es la vida no terminamos nunca de asimilarlo, por eso siempre estamos buscando algo que no sabemos definir, unos lo llaman grial, otros verdad, unos buscan el amor perfecto, y otros la felicidad eterna, jauja, sangrilach, fantasía, mundos perdidos o imaginados, y pocos llegamos a comprender que simplemente nos vendieron cuando fuimos niños algo que realmente no existe. Una vida imaginaria, y contada de mil formas, con historias , sobre la verdad, el amor, los lugares ideales y vidas vividas plenamente, una vida que entrevimos y que jamás seremos capaces de conseguir, por eso las describimos y continuamos contándosela a nuestros niños sin darnos cuenta de que cuando sean mayores continuaran con la misma insatisfacción que nosotros arrastramos, haciendo con su propia insatisfacción que esa vida ideal continúe creciendo de generación en generación sin que ninguna consiga llegar a esa perfección imaginada y deseada.
Y aunque unos pocos entienden esto, de esos pocos solo algunos consiguen asimilarlo, los demás contribuyen en perpetuar la ficción escribiendo cuentos, novelas, o cantándolo en sus canciones, incluso poniéndolo en imágenes, tratando de hacer realidad lo imposible y siempre quedamos insatisfechos.

La felicidad es llegar. ………….