un segurata en apuros

Aracena es un pueblo de Huelva que linda con la sierra norte de Sevilla, y guarda en su corazón una joya de la naturaleza, Las Grutas de Las Maravillas, el nombre aunque lo parezca no es ostentoso, realmente dentro de las grutas se pueden ver maravillas, he visitado varias cuevas famosas de España a lo largo de mi vida pero nunca encontré ninguna con la belleza que encierra esta, cuajada de estalactitas, estalagmitas en diferentes formaciones desde el comienzo al fin con colores de ensueño y formas extrañas donde se puede soñar con palacios de cristal y países fantásticos sin mucho esfuerzo.
No es la primera vez que las visito, esta es mi cuarta visita separadas cada una de ellas por bastantes años, y cada vez encuentro cosas nuevas, pero también compruebo con desesperación que a lo largo de los años las preciosas formaciones y los colores se van deteriorando a causa, como no, de la actividad del hombre. Por culpa de la condensación que provoca la respiración de los visitantes algas verdes crecen sobre muchas partes destruyendo formaciones que tardaron milenios en crecer. Por la grasa de las manos algunas estalactitas y estalagmitas que se encuentran al alcance de los visitantes inaprensivos, pues se informa de esto al entrar, han dejado de crecer. Por el uso de las aguas para los regadíos las cuevas cada vez filtran menos agua algo imprescindible para que continúen siendo vellos sus lagos y rió, un sin fin de pequeñas cosas que con el tiempo en muchísimo menos de lo que pensamos destruirán lo que la naturaleza con la paciencia de la eternidad construyó para maravilla de los pequeños e insignificantes humanos