un segurata en apuros

Teníamos un vecino en el cuarto al que llamaban el butaca a causa de la joroba que lucia en el centro de la espalda, por la cual en apariencia no tenia ningún tipo de problema para nada, aparte el hombre era un ligon. Hacia muchísimos ruidos, vivía solo y se le escuchaban todas la miserias, vientos, toses, los estragos de las borracheras, y todo lo que hacia cuando traía el ligue a casa. De pronto un día se trajo una novia a la casa y todo se calmo , se ve que la mujer lo domestico un poco, y de los pedos pasamos a las peleas constantes con insultos de lo mas variados e imaginativos,(los vecinos lo pasabamos hasta bien), hasta que la buena señora desapareció y a los vecinos nos dio por llamarla la emparedada, pues la desaparición se produjo depuse de una gran pelea y una pequeña obra en el piso a base de mucho ladrillo y cemento........

Tras un par de años de ruidos barios el pobre hombre murió de un infarto sin decir ni mu, y el piso lo heredo un sobrino, que solo lo usaba los fines de semana como picadero y sala de fiestas, lo que los vecinos soportamos con estoicismo. Después mas de un año de obras, soportando golpes y otras cosas desde las siete de la mañana hasta las seis, y todo sin que los vecinos dijéramos esta boca es mía. Resulta que el niño se nos a casado y por lo visto es un poco delicado lo primero que ha hecho después de un mes de vivir en el piso haciendo lo que hacen todos los recién casados, (aunque el lo debe hacer muy bien pues la señora no para de reír en toda la noche), pues una tarde en que la vecina del quinto estaba ensayando un baile para una actuación en una fiesta sube el señor muy indignado porque le estaban echando la lámpara abajo y no lo dejaban dormir la siesta, a lo que la niña de nueve años ni corta ni perezosa le contesto:
Yo dejare de dar zapatazos cuando tu te cayes por las noches cuando follas y me dejes dormir................

Los niños y los borrachos suelen decir las cosas que los mayores nos callamos por prudencia o educación.