un segurata en apuros

Hacia tiempo que teníamos intención de visitar el parque natural de Cazorla, Segura, y Las Villas, el ultimo fin de semana se nos presento por fin la ocasión, y desde luego a sido todo un acierto, pues nunca esperamos que fuese la maravilla que es, y eso que solo vimos una minúscula parte de lo que en realidad encierra aquella comarca, situada en el corazón de Andalucía, nuca mejor dicho pues con toda seguridad es una parte vital de esta tierra.
Nos alojamos en un hotel en el mismo Cazorla, en el centro del casco antiguo. Ya desde antes de llegar al pueblo nos causo un impacto importante ver el paisaje donde se asienta, Cazorla es como una piedra preciosa incrustada en la pared de una montaña cortada a pico, el típico pueblo medieval desplegado en la falda de la montaña, bajo la mirada austera de una torre, con sus casas blancas apiñadas unas sobre otras y surcado de callejuelas empinadas y estrechas por donde los modernos vehículos entran con dificultad. El paseo a pie por estas calles a primeras horas de la mañana cuando el caótico trafico no entorpece y las nubes bajas se enroscan alrededor de la torre del castillo, hasta llegar a sus plantas donde los Cazorleños conservan las impresionantes ruinas de una iglesia destruida por el río que pasa bajo su altar mayor y nace un poco mas arriba formando cascadas, es mágico, es como estar en un sitio donde el tiempo no corre.
En este tiempo no es raro escuchar la berrea de los ciervos en celo a primera hora de la mañana o al final del día tan cerca del pueblo que se escuchan desde el centro con claridad.

Mas tarde visitamos una pequeña parte del parque natural, la zona de la sierra de Cazorla donde nace el Guadalquivir de difícil acceso pero con unos paisajes magníficos, donde la naturaleza realmente se siente viva y en cualquier recodo del camino con un poco de suerte se pueden observar ciervos, jabalíes, ardillas y un sin fin de fauna de esa que se ve en los reportajes de Rodríguez de la Fuente,(que por cierto tiene una ruta en el parque con su nombre).
Todo impresionante, eso si, si se marean en el coche como me pasa a mi lleven mucha biodramina para no perderse ni una de las vistas, porque las carreteras y caminos que recorren el parque no tienen ni una recta todo son curvas.
Realmente me gustaría poder describir bien todo lo que vimos en dos días y ya digo que solo vimos una ínfima parte, por lo que decidimos que a la mínima oportunidad regresaremos, de momento venimos con la mente saturada de belleza y con unas fotos que no hacen justicia a lo que es en realidad, y es que con las camaras en estos sitios no se sabe a que apuntar..........................