un segurata en apuros

La zona en la que nací fue habitada por el hombre casi desde la prehistoria, y todavía existen al menos tres familias que pueden contar sus antepasados mas allá de los tiempos en que alguien pusiera un nombre conocido a la región.

Una de estas familias se encarga casi desde el principio de las obligaciones del culto.
¿Y que es el culto preguntareis?

Pues desde los primeros tiempos esta familia siempre dedico uno de sus hijos o hijas a cuidar de una porción de tierra donde nacía un arroyo, y crecía un árbol, donde estos sacerdotes y sacerdotisas,( pues esto es lo que eran serán y quizás continuaran siendo), daban culto a la madre tierra.
Pues en estos terrenos según ellos se aparecía una dama, dando instrucciones, ordenes y predicciones, sobre como tenían que actuar, los miembros de la comunidad que poco a poco se fue asentando en los alrededores, siempre con respecto a la tierra y la naturaleza.

Por ella comenzaron a sembrar lino, y mas tarde trigo, por ella llegaron los primero olivos, y la comarca fue prospera y fértil.

Por esto los miembros de la familia, siempre estuvieron y están bien considerados y son tratados con respeto, y aunque nuca fueron ricos si vivieron con desahogo.

En muchas ocasiones estuvo el culto en apuros sobre todo amenazado por las nuevas religiones que periódicamente surgían alrededor, o eran traídas, e impuestas por los conquistadores.

La familia consiguió siempre salir adelante y nuca abandonar el culto, adaptando sus creencias a las nuevas religiones y salvando de este modo la comarca de saqueos y pillajes en mas de una ocasión.

Siempre estuvieron allí el arroyo el árbol y el encargado o encargada de cuidarlos y dar los nuevos mensajes y consejos dados por la señora.

Pero hoy el árbol a sido talado y el arroyo esta oculto bajo una canalización, y aunque la familia pervive, las visiones son mas escasas y la señora aparece solo en contadas ocasiones, nunca hasta hoy ha corrido tanto peligro el culto pues la naturaleza en el antiguo santuario a sido eliminada y sobre los terrenos del árbol y el arroyo se alza una gasolinera, y la gente ya no cree.

Aunque la actual sacerdotisa logro construir una vivienda sobre el arroyo del cual aun puede recoger agua, todavía pura, y por donde la señora le anuncia su retirada y sus malos presagios para el hombre de continuar matando la naturaleza..