un segurata en apuros

En esta ciudad desde hace algunos años los jardines tuvieron que ser vallados y cerrados durante la noche, porque se llego a tal grado de vandalismo que no se podía mantener un jardín en perfecto estado mas de veinticuatro horas.
Hoy día se encargan de cerrarlos unos vigilantes que durante una o dos horas están en los jardines y después cierran.
Paseando por uno de estos hace algunos días me di cuenta del porque se tienen que cerrar y del trabajo tan ingrato que le corresponde al vigilante.
Tienen que bregar con niños aprendices de vándalos que ante la mirada impasible de sus padres se dedican a destrozar los columpios, o las plantas; los vándalos mayores con las motos haciendo carreras; gentuza haciendo sus necesidades en cualquier rincón; personas que sueltan a sus perros para que hagan sus necesidades en cualquier parte y que a pesar de las múltiples señales campan por los parques a sus anchas sin que los dueños presten demasiada atención, y si se la prestan es para meterlos en una bella fuente de cerámica de las que tanto abundan en nuestros jardines, y bañarlos en la misma; las parejitas que se meten en los lugares mas inverosímiles; los extranjeros, si , esos que en sus países serian incapaces de tocar una brizna de hierba y que aquí si te descuidas arrasan con toda la rosaleda; las basuras que la gente va dejando por todas partes,( sobre un enorme castaño de indias en una de las ramas mas altas se podía ver hasta hace unos días un viejo mueble de considerables dimensiones, un armario o algo así que nadie se podía explicar como pudo llegar allí), hoy ya no se ve la rama donde descansaba harta de soportar el peso se partió y lo arrojo al suelo, provocando la rotura de un pequeño granado, y una de las columnas de una pequeña glorieta.

Y todavía algunos protestan por que los parques de Sevilla se cierran durante la noche....