un segurata en apuros

Hoy me a caído el servicio del típico cliente neurótico.

Un servicio donde se podría trabajar a gusto si no fuese por el cliente, que no se fía ni del vigilante, (done a estas alturas quizás tenga razón).

Tiene instalado un sistema de alarma ultimo modelo, conectado con la central de alarmas. Diez cámaras que se solapan unas con otras con focos infrarrojos donde un sitio sin luz se ve como si estuviera a pleno sol. Seis perros, nos mas fieros que otros sueltos cerca de las vallas, de tres metros cada una. Un vigilante las veinticuatro horas, (Sevilla dos tiene menos seguridad).

Y resulta que el cliente no se fía ni de el mismo.

Si hace alguna pregunta siempre tienes que andar con pies de plomo, pues casi siempre es con una segunda intención .

Si la alarma salta a las tres de la mañana en un punto extraño seguro que es don Felipe que ha venido para comprobar si la alarma funciona,(y si el vigilante esta despierto).

Si don Felipe sale, siempre hay que dar una vuelta para revisarlo todo, pues es dado a olvidar ventanas abiertas y puertas sin cerrar, para llamar mas tarde preguntando, ¿a dado usted una vuelta por las oficinas.

Si don Felipe y e cerrado todas las puertas y ventanas. Y no dudes en la respuesta por que si no don Felipe te largara.

-Parece mentira que siempre tenga que estar encima de ustedes, pues no parezco sino el vigilante de los vigilantes.

Por este servicio a pasado ya media empresa y al buen señor no le conviene nadie.

Ciento diez vigilantes de una empresa todos malos?, o cliente pirado?.

CEDRIK.