un segurata en apuros

Imaginaos, otro de esos servicios que me caen, que son,(como describirlos?), raritos.

Una finca, tipo cortijo antiguo, como el que sale en el crimen de los Galindos.

El casero se va de vacaciones y pide un vigilante.

El cortijo en medio de un olivar, donde se llega por un carril de tierra de unos tres kilómetros.

El servicio se monta en la calle porque la casa la dejan cerrada a cal y canto.

Solo tienes de compañía tres galgos asustadizos, (me acerco y salen corriendo con el rabo entre las piernas), unas veinte gallinas, (sueltas por allí), un gallo; (por supuesto), y UN PAVO.

La noche que me a dado el pavo.

El pavo tiene una pechuga con la que pueden comer una familia numerosa.

Un moco grande, verrugoso, rojo y lustroso, como si le chorrease sangre.

Las plumas irisadas, con un aspecto metálico que parece una armadura.

Unos espolones en las patas que parecen puñales.

Se a llevado toda la noche persiguiéndome, con las alas bajas, y la cola abierta, y cada vez que tenia la oportunidad, me atacaba con los espolones por delante,( un verdadero pavo de pelea).

Le e tirado piedras, le e echado migas de pan, lo e intentado engañar y encerrar en un gallinero, por ultimo le e dado con la defensa, (la de palo), y el pavo no a desistido en sus ataques.

Toda la noche acorralado en rinconcito de la entrada, metido en el coche, con el bicho encima del techo, y sin poderme mover.

Acabo preguntándome, ¿para que han contratado un vigilante?, si ya tienen al pavo.