Lo Nuestro ya es vicio

Consideraciones

Hay personas a las que les encanta ir de Puto Amo: Tener una sinceridad brutal con la gente, un humor sarcástico y mordaz (tirando a borde en algunos casos), y saberlo siempre todo acerca de todo y llevar siempre la puta razón.

Pero... cuando esto mismo se les aplica a ellos a la inversa... se monta la de Dios padre y muy señor mio.

Nunca se debe insultar a la madre de alguien, porque corres el riesgo de que como respuesta insulten a la tuya. Y encima te sientes ofendido y te pones digno.

No mucha gente es capaz de comprender esto. Porque se creen poseedores de la verdad y con derecho a insultar a tu madre (y a quien haga falta) y encima que les respetes y les admires por ello. Y aunque la madre de uno sea una grandisima hija de puta (que todo dependerá del concepto que uno tenga de grandisima hija de puta) no por ello tiene nadie porqué soltártelo, sobre todo si no viene a cuento o no es el momento o lo hacen delante de gente ajena que no conoce a tu puta madre. Y sobre todo, y ante todo, si ese alguien dice ser tu amigo. Porque si resulta que, pese a que tu madre es como es (que culpa tendrá si Dios la hizo como la hizo), tú la quieres y para ti es la madre más hermosa de todas (puede que no tanto pero siempre se dicen estas cosas cuando se meten con la madre de uno), es una putada (y falta de respeto) que te lo suelten a la cara, no una (que te lo pueden decir a modo de advertencia o de consejo), sino dos, tres y hasta cuatro veces.

Ahora, si tú eres el primero en decir que tu madre es una jodida zorra,pues bienvenido sea al que lo diga más alto que tú.

Hay también ciertas personas, que por su modo de ser, nunca dirán a un amigo que cuando insulta a tu madre te está haciendo daño. Y se callarán, se lo dejarán pasar, intentará justificarlo y hasta comprenderan que se la insulte. Pero todo tiene un límite, y tarde o temprano uno explota, por mucha paciencia que tenga.

Y como yo no soporto ver la injusticia, más si es a un amigo mio, que ha hecho tanto por mi y, para colmo, es más bueno que el pan, pues estallo junto a él, que para algo hemos compartido hasta los tampax.

Y si el juego consiste en insultar, pues para decir tacos YO, que los digo brutisimos, bordes y con una falta de todo que doy gloria. Y para ponerme en plan niño de 4 años, YO, que cuando quiero soy de lo más inmaduro, caprichoso y desconsiderado.

Las cosas son muy simples: Todos tenemos un ojete en el culo y creemos que solo el de los demás apesta.

Escrito por Tanita en Orgasmos mentales (o polleces varias) a las Febrero 7, 2004 06:53 PM