Llegaba corriendo a la parada, y aunque no es difícil coger un autobús en la Diagonal, que te lleve de Francesc Macià a Maria Cristina, llegaba tarde. Mientras iba apretando el paso ya perdía dos de ellos y al llegar, ahí estaba, con las puertas abiertas. Una señora a medio subir preguntaba por la misma parada de destino que la mía. Afirmativo. Subo. Aprecio por el morro y por el color de las puertas que no es uno normal, el “turístic” –me digo-. Se cierran las puertas justo en el momento que suenan las palabras “1 con 35”.... jurl, miro al interior... joder! parecía el puto “Burberry’s car” marrón y beige, muy divino y si no recuerdo mal, -en ese momento ya estaba disimulando mi graso error y la vista se centraba en buscar monedas como si nada- hasta mesitas tenia!!!!. Yo, como de toda la vida, oigan, que no soy muy dada a los esperpentos, entro y elijo sitio delante de una pija que hablaba por el móvil (siempre hay una).
“cagüenlaóstia no baja el asiento este aterciopelado”, golpe de seguridad en mi misma y ala! si había botoncito o no, ya no lo he llegado a mirar.
Con tanta historia y sin pensar mucho, me he sentado en uno de esos asientos de cuatro (pero con mucho más espacio de lo habitual) de espaldas. Es decir, de cara a los del fondo, que para más inri era una zona elevada, como si de un palco se tratara y yo en el puto medio del escenario. Para evitar miradas, he sacado del bolso lo único que se podía leer, -a parte del paquete de Trident de fresa y los folletos del gimnasio, que me sé de memoria y que son lo único que sé de ese lugar- era un Fan Letal Fan con Nata 5, que justo ayer me pasaba H. En parte, y aunque imagino que los cómics y el pijismo no hacen muy buena pareja, este tiene una portada molona. Ya sé que en el blog de Cels todos le dicen que la de “El profesional” con fondo negro era más chula, pero es que la mayoría no reconocían la escena de “Lost in Translation”, y además ellos son frikis y yo no, a mi me va más ésta. Total, que con esa escenita tan cool en la portada una puede ir más tranquila en el Burberry’s car. Y por otra parte, las risas con el FLFcN (que me ha gustado mucho y ya sabéis que yo no suelo hacerLE peloteo de ese barato) me han ayudado a llevar la pose con arte durante 3 paradas. Por 3 jodidas paradas he pagado 1 con 35 leuros (con la T10 en el bolsillo). :_(
Bajo, disimulo unos pasos, levanto la vista: SHOPPING BUS, hay un shopping bus!! Yossss que no mentero de nada, pero vamos que esta especialización tan, como poco elitista, de los transportes es ridícula no?. Eso sí, habrá quien desde su tribuna beige cargada de bolsas de cartoné negro serigrafiadas en plata, se proteja de la masa vulgaris y su poco gusto en todo... sobretodo, en portadas de cómic, oigan.
PD: Gozer dixit -> Me toca colgarle el post y olvida ponerle un título. Además, ese bus hace años que existe LoL
Hay personas complicadas, y ya sé que es un pedazo de sentencia aplicable a casi todos. Pero hablo de aquellos que tienen muchas caras, o que te hacen pensar que las tienen. No sé por qué, pero a menudo, provocan la extraña reacción de la adicción hacia ellas. Y no sólo me la provocan a mi, no, que debemos tener todos (o muchos) una extraña atracción por el entendimiento de las variopintas reacciones humanas y su porqué. Algo así como que nos creemos sanadores, o capaces de aplacar los movimientos ajenos, por muy rebuscados que se presenten a nuestros ojos. O incluso, hay quien tiene pura vocación sociológica y los usa como un aprendizaje más, en esta, nuestra experiencia vital. Y seguramente, todo ello y mucho más, sin ser apenas conscientes.
Aisss el ser y el como y el porqué de mis pajas mentales. En realidad –y haré un esfuerzo por ser más clarita- me mosquean, me repatean, me caen bien y muy bien, me dan lástima, me provocan ternura, quiero alejarme y no. Todo dependiendo del día y sobretodo sin saber ni entender casi nada de sus actos, porqué si no fuese así podría estar hablando de cualquiera ¿no?. Yo sé que un mal día lo tenemos todos, y uno bueno, hasta casi también. Pero lo que no comprendo son extravagancias, gritos en el cielo, golpetazos y excusas baratas... porque, si son tan baratas, es que no son, son teatrillo, eso es. El teatrillo que esconde algo que no quieres que se vea, como las maniobras esas de las pelis... esas “comosellamen” ¿de despiste?... como en esa donde hay un colegio con una bomba y todos los medios, (de seguridad y de comunicación) pendientes de ello, mientras, vacían un banco y pasean a sus anchas por la ciudad (es lo primero que me ha venido a la cabeza, vale, seguro que las hay mejores, de estrategias, digo, bueno y de pelis también) pero me sirve. Me sirve, porque al final la pregunta del millón no se hace, con las personas así, que las usan, -que ponen bombas en sus vísceras con doble intención-, te escondes, esperas y calmas después, pero no preguntas. O no te preguntas. Y si te preguntas, tampoco encuentras respuesta, sólo un vacío, una incógnita. Y vuelta a empezar, una incógnita que te hace dudar entre salir corriendo o seguir ahí, esperando nuevas pistas para resolver tu caso, para descubrir que esconde la estrategia. Pero mañana no habrá dudas y a lo mejor ni te acuerdas, porque mañana será un día amable.
Y si no has entendido nada, es que te pasa como a mi cuando releo mis potas verbales al poco tiempo de haberlas escrito. Pero ya te he advertido, que esto, es ni más ni menos, que mi puto diván.