6 Octubre, 2004

es un puto diván no esperes más.

Hay personas complicadas, y ya sé que es un pedazo de sentencia aplicable a casi todos. Pero hablo de aquellos que tienen muchas caras, o que te hacen pensar que las tienen. No sé por qué, pero a menudo, provocan la extraña reacción de la adicción hacia ellas. Y no sólo me la provocan a mi, no, que debemos tener todos (o muchos) una extraña atracción por el entendimiento de las variopintas reacciones humanas y su porqué. Algo así como que nos creemos sanadores, o capaces de aplacar los movimientos ajenos, por muy rebuscados que se presenten a nuestros ojos. O incluso, hay quien tiene pura vocación sociológica y los usa como un aprendizaje más, en esta, nuestra experiencia vital. Y seguramente, todo ello y mucho más, sin ser apenas conscientes.

Aisss el ser y el como y el porqué de mis pajas mentales. En realidad –y haré un esfuerzo por ser más clarita- me mosquean, me repatean, me caen bien y muy bien, me dan lástima, me provocan ternura, quiero alejarme y no. Todo dependiendo del día y sobretodo sin saber ni entender casi nada de sus actos, porqué si no fuese así podría estar hablando de cualquiera ¿no?. Yo sé que un mal día lo tenemos todos, y uno bueno, hasta casi también. Pero lo que no comprendo son extravagancias, gritos en el cielo, golpetazos y excusas baratas... porque, si son tan baratas, es que no son, son teatrillo, eso es. El teatrillo que esconde algo que no quieres que se vea, como las maniobras esas de las pelis... esas “comosellamen” ¿de despiste?... como en esa donde hay un colegio con una bomba y todos los medios, (de seguridad y de comunicación) pendientes de ello, mientras, vacían un banco y pasean a sus anchas por la ciudad (es lo primero que me ha venido a la cabeza, vale, seguro que las hay mejores, de estrategias, digo, bueno y de pelis también) pero me sirve. Me sirve, porque al final la pregunta del millón no se hace, con las personas así, que las usan, -que ponen bombas en sus vísceras con doble intención-, te escondes, esperas y calmas después, pero no preguntas. O no te preguntas. Y si te preguntas, tampoco encuentras respuesta, sólo un vacío, una incógnita. Y vuelta a empezar, una incógnita que te hace dudar entre salir corriendo o seguir ahí, esperando nuevas pistas para resolver tu caso, para descubrir que esconde la estrategia. Pero mañana no habrá dudas y a lo mejor ni te acuerdas, porque mañana será un día amable.

Y si no has entendido nada, es que te pasa como a mi cuando releo mis potas verbales al poco tiempo de haberlas escrito. Pero ya te he advertido, que esto, es ni más ni menos, que mi puto diván.

Posteado por rita el 6 Octubre de 2004 a las 14:53
Comentarios

"Maniobras de distracción", se llaman "maniobras de distracción".
Creo que va de la naturaleza humana y de como te la tomas según el día que te toca vivir, ¿no?
La verdad es que a veces pienso que a mi me hace falta un divan, pero uno de verdad, con loquero y todo.

Posteado por: Garuda el 7 Octubre de 2004 a las 11:20

Qué susto de título, pensaba que ibas a cerrar el diván o algo... :S

Posteado por: Rear Window el 7 Octubre de 2004 a las 19:35

Todos somos poliédricos, mujer... lo que pasa que no todos consiguen encajar bien las aristas :D

Posteado por: Germán el 8 Octubre de 2004 a las 02:50

No sé cómo me las apaño, pero siempre llego tarde a leer tu blog. Imperdonable.
La próxima vez que nos veamos pondré en práctica mi acento argentino patentado. Psicoanálisis garantizado, oiga. Y sin diván, ni ná.

PD: Cada vez que paso por un scanner y me hacen vaciar los bolsillos por culpa del llavero del esclavito sexual me acuerdo de tí, perraca. Y siempre me digo "cuando vuelva a casa se lo cuento en un comment", pero al final siempre se me olvida. Desastre, oyes.

Posteado por: Somófrates el 18 Octubre de 2004 a las 11:28
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