Un diván para rita

nuestro eterno booling

La niña tiene un garbo con la muleta que pa qué y es que a ella el “deporte” siempre le ha gustado mucho (así se ve ahora con la pata chunga por culpa de los barrancos). Puestos a elegirla sujetando un palo, está mejor en pantalón corto y con el stick. La jodida era una campeona marcando goles pero como es de naturaleza negativa, nunca aceptó su condición de pichichi indiscutible. Al contrario que yo, que sin técnica, ni patín y sin puta idea de chutar (después de 8 años) -algún arrastre si que tenía bueno de vez en cuando- acepté de manera contundente (me lo creo y todo) mi condición de luchadora en la pista.
Así la veía yo llegar ayer, carretera de Sants hacia abajo andando ligera como patinando ante las defensas contrarias en la pista, buscando el pase o apurando el dribling.

La Speety y yo siempre intentamos arreglar el mundo, nos encanta, es una de las cosas que más nos gustan de ser tías. Pasarnos horas y horas analizando y dando vueltas a nuestro entorno y a nuestras buscadas (o no) complicaciones. Ella cree, que, sin embargo, hubiese sido más feliz, o hubiese disfrutado más intensamente la vida siendo tío, yo no. Al final después darle unas cuantas vueltas al asunto concluimos que lo mejor es ser un poco tío en algunos aspectos y que los mejores de ellos son los que son un poco... sensibles.

Siempre en todos los temas llegamos a una especie de punto muerto (un booling eterno) sin respuestas y lo que se dice arreglar, no arreglamos absolutamente nada, pero lo intentamos con ganas… con tantas ganas, que acabamos comprendiendo demasiado bien todos los puntos de vista o todas las actitudes que pretendíamos juzgar a priori. Mucho hablar, mucho hablar pero vaya dos para cambiar las cosas!!
Eso sí, ayer disfrutamos como enanas de los nachos, las quesadillas y los tacos (esta vez sin Grimbergen, pero con Coronita)

Aiii... Todo era más fácil en la pista, ¿a que sí Speety? el equipo era lo importante... ya me he puesto nostálgica, a veces lo echo mucho de menos, no por el cuerpo (que sí, que me pide deporte a gritos), por nosotras: por las sensaciones, las euforias, las penas, el vestuario y sus risas, la vacilona de zoe y sus pantallas en la portería, la seguridad de G. y su visión de juego, cuando saltó en el túnel de vestuarios sobre una contraria con los brazos abiertos llevándosela por delante (creyó que me estaban dando una buena después de liarla un poco en la pista :P) y Nerea feliz siempre, y el “Ah…vale!” de la Laia, las estadas con los chicos :PPPP, la Iola la capitana más especial que habrá jamás en la liga y hasta a la Marina y la Patri en sus buenos tiempos... En fin menos mal que no todo está perdido, que el culo está algo más caído pero vosotras seguís aquí... besitos :*****