Si pudiese de algún modo conectar mi masa encefálica a este bicho electrónico, tal vez, y sólo tal vez -porque igual no es desde allí donde nace o se siente el stress- podría transmitir lo que me está pasando en este último mes.
No puedo hacer un post que hable de absolutamente nada más, porque no me ha cabido nada más, ni un simple empane casual que no me llevase irremediablemente a alguna de mis malditas responsabilidades laborales, y sí, es un tema aburrido, lo sé.
Si suena el teléfono -y suena un montón de veces- me matan. Cada jodida vez que ocurre, me pierdo y no encuentro siquiera las palabras para disculparme. Si busco un cd, y leo el contenido de otro, dejo de saber lo que andaba buscando y me quedo de pié rascándome la cabeza (alborotándome el pelo más bien) rebuscando en el tiempo pasado más inmediato repleto de codificaciones y accesos rápidos, que no resultan tan rápidos.
La sensación de llegar tarde suele resultarme agobiante, y es algo así todo el tiempo, es como llegar tarde a mil cosas y no sirve lo de “vistéeme despacio que tengo prisa”, hay que vestirse deprisa y llegar a tiempo, o al menos llegar.
Cuando ando por la calle, compito con el resto de transeúntes, hasta hoy no me he dado cuenta, lo llevo dentro metido en las entrañas. Incluso el placer de comer se convierte en la obligación de engullir.
No creo que nadie me crea mucho, porque se dice demasiadas veces, de hecho yo misma me he sentido stressada muchas otras veces. Ahora resuelvo que todas las anteriores eran cansancio de horas y horas de trabajo, pero ésta... ésta, está siendo peor, no son sólo las horas (incluidos fines de semana) son la cantidad de cosas que debo controlar y que acaban por rodearme de un caos absoluto.
Lo siento, no sé por que. Creo que lo siento por mí, por no poder mucho más y seguir sin ver el final. Están dejando de importarme las cosas que más me importan y no sé porqué tendemos a ello cuando nos agobia el curro, creo que lo hacemos, y aunque desconozco la solución sé que así no se puede vivir, o si?
Hoy me he tomado este ratito, algo es algo en el puto blog vacío.
Lo cual te convierte en una verdadera y auténtica Superwoman, no la pelandrusca ésa del tebeo...
Posteado por: Somófrates el 22 Octubre de 2003 a las 21:43Cuando te estaba leyendo me acorde de mi.
Esa sensación que describes y que conozco tambien. Quizá lo que te escriba ahora no te guste, pero es la pura verdad al final estas situaciones pasan factura.
Hay que buscar la manera de frenar, de saber decir no puedo, de saber pedir ayuda. Porque al final se explota, y en esa explosión arrasas con muchas cosas ya no solo con temas de trabajo.
Te lo digo por experiencia. En mi haber hay dos explosiones, como no quiero una tercera ahora no bajo la guardía.