Un diván para rita

happy together

Al final la cosa no ha ido tan mal. He dedicado unas horas del día de hoy a terminar proyectos pendientes y creo que podré empezar la semana con cierto orden. Como siempre suele pasar, los demás tienen la culpa de este cambio a mejor en mi estado de ánimo. Pero es que se te escapa la risa cuando ayer, sólo llegar a casa de G. y Speety, te recibe la primera hecha un cristo. Cuando a G. le da por jugar a “la Maru” que lleva dentro se pone de un gracioso irresistible. Preparaba esos mejillones rebozados que están para relamerse y aunque eran para llevar, sacrificó gustosamente un par de raciones para las niñas ^^
Raparle el pelo a J. le resultó un pelín más difícil, y eso que G. con la maquina y los pelos tiene sobrada experiencia. Lo malo no era que su experiencia viene de pasarse el santo día rapando caniches, fox terriers, collies, yorkshires… lo malo era la máquina que no chutaba y cortaba a su antojo uno sí y veinte no. Zoe mientras tanto tenía el día “koala de andar por casa” y dormitaba medio ausente abrazada al sofá. Speety que ya va a recuperación y ha podido empezar con alguna de las clases, está un poco más animada. No puede asistir a todas porque es un coñazo agotador moverse con las muletas. Pero nos bajamos a recorrer unos cuantos metros hasta la tienda y comprobar que comprarse un par de prendas por el barrio es toda una odisea y a su vez una hazaña doblemente gustosa. ;P
Volvimos a tiempo de ver como J. conseguía arrastrar a Zoe y llevársela de fiesta, no sin antes achucharnos mucho, soñolienta ella y mimosa. Al poco G. se despedía inquisitoria –“Ta wapa la sheeemma?” la verdad es que está envidiablemente guapa y el Sr.X es un lujazo.
Quedábamos la Speety y yo arreglando el mundo que es lo que más nos gusta hacer últimamente, pero la convencieron para bajar a la cervecería y estuve un rato con ellos tomando - “lo mismo que ella” y que resultó ser una Grimbergen. De vuelta a casa, estuve muy graciosa yo sola conmigo misma :P

Para rematar, tengo unos comments en mi anterior post que me han llegado al alma. Casi sin conocerme de nada hay quienes me ofrecen ayuda con mi planta. Todavía no estoy en casa, pero no pienso rechazarla porque no quiero que se muera, así que en cuanto llegue le hago unas fotos y preparo el siguiente post. Lo consiga o no: gracias de corazón.