Abril 12, 2004
Reflejos
Dos. Como una imagen y su reflejo. ¿Quién la imagen y quién el reflejo?. Como tu pupila abierta, midriática, inmensa y negra. Como dos almas que han perdido los límites. Como dos mentes que han perdido los límites. Como si mi mente hubiera abierto sus puertas al mar y todo entrase en la misma ola. Como dos en el trapecio. Como ir el uno hacia el otro por el mismo alambre de funambulista. Mírame de frente. Mírame fijo para que no me caiga. Esta vez no hay red.
Como mariposas en el estómago. Como la marca de tus dientes. Como que yo siento tu temblor y tú el mío.
Llueve. Y donde estás tú diluvia. Como dos imágenes ante el espejo para hacer nacer a la que es mezcla de ambas.
Contiguas. Como las dos piezas de una misma fractura soldándose.
La niña en el punto de información de los grandes almacenes. Con los ojos abiertos como platos de susto. Temblando.
Escrito por Ricardo B. en Abril 12, 2004 07:00 PM
Preciosa historia recién salida del horno, calentita y aún humeante. Cualquiera que haya pasado por tal situación sabe de esas mariposas en el estómago.
Dios, tremendo como siempre, compartir, dos ojos bajo la misma optica, dos miradas en el mismo punto, tu y yo, el mismo temblor en dos distintas piernas, mi lagrima en mi cara y en la suya... dos en un trapecio.
kiss y d vuelta a dar guerra, jajaja.