Carretera perdida
En la película de David Lynch "Carretera perdida", el protagonista se interna por un pasillo oscuro. Al fondo hay un espejo. Entonces se para y se mira un momento: su cara expresa perplejidad, como si no se reconociera; o mejor dicho, como si se viese por primera vez, como si no tuviese memoria de sí mismo.
Si lo que de verdad le ocurre al personaje es que se mira sin memoria, entonces no sabe quien es. Este no saber quien es habría que entenderlo en el sentido de que los datos que ha ido amontonando de sí mismo durante su vida y que han venido de fuera, y con respecto a los cuales él no ha hecho sino aceptar o rechazar, ese conocimiento, digo, no tiene ningún efecto sobre él. Y entonces, se mira extrañado, porque se mira desde un ángulo completamente nuevo.
A mí me parece que en ese instante, se salta fuera del tiempo. En realidad, la cosa sería así de natural: es como cuando uno se despierta una mañana y se siente particularmente tranquilo y ensimismado: la mirada está seria y silenciosa. No se tienen ganas de hablar porque apenas se piensa (o no se piensa en absoluto). Pasan unos minutos en una percepción de uno mismo mucho más real que cuando se está completamente despierto. Los niños pequeños a veces miran así.
Escrito por Ricardo B. en Febrero 24, 2004 06:59 PM