Humo
Nunca te has preguntado cuál es el misterioso mecanismo que hace funcionar a las cosas, que las anima, que las dota de vida. Más aún, nunca te has preguntado por qué una máquina mostraba cabezonería o reluctancia a funcionar, o por qué lo hacía caprichosamente, o por qué te ignoraba, o por qué parecía que actuaba por su cuenta.
Bien, vale, me da igual que nunca lo hayas hecho, era una pregunta retórica. Lo que tenias que responder era "Sí, ciertamente, me lo pregunto a menudo. De hecho es una de las grandes cuestiones de mi vida y no quiero abandonarla sin al menos haber atisbado un ápice de la solución a tamaña cuestión metafísica. Por favor, Oh fuente infinita de sabiduría, sacia mi sed de conocimiento, ilumíname con la claridad de tus brillantes explicaciones, ..."
Hay una razón muy sencilla para ese comportamiento de las máquinas: Los aparatos eléctricos y mecánicos, como todos los demás seres animados, tienen alma. Sí, sí, como lo lees. Se enfadan, se alegran, se cansan... Porque tienen alma.
Pero, te preguntarás también con tu infinita curiosidad, como unos objetos hechos por el hombre, que a fin de cuentas sólo trata con materia material, valga la redundancia, puedan tener alma.
Te lo diré:
Cuando se construye un aparato se encierra en su interior una cierta cantidad de un fluido especial: Este fluido permanece dentro de la máquina y es lo que la hace funcionar, la anima, le da vida. Es el espíritu de la máquina (Deux Ex Machina). Si tal fluido se escapa, la máquina pierde su alma y deja de funcionar, se detiene... Muere.
Este fluido es 'El Humo'. Los dispositivos mecánicos, como los automóviles, las grúas, etcétera, lo van expulsando por el escape según van envejeciendo y consumiéndose. Cuando alguna de las partes de un aparato electrónico es sometida a un sufrimiento extremo deja que su 'Humo' se eleve hacia lo alto, en forma de nubecilla gris, antes de detenerse.
Si alguien te cuenta que hay una explicación lógica y racional de por qué funcionan las máquinas, no le escuches. Es un materialista y no ve la auténtica profundidad de las cosas. Lo que hace funcionar las máquinas es el humo. Cuando el humo se escapa, la máquina muere.
Así pues, la próxima vez que veas que tras un chispazo una máquina deja de funcionar y expulsa un poco de humo, ya sabrás lo que en realidad está ocurriendo.
Escrito por Ricardo B. en Diciembre 9, 2003 12:03 AM