Compañera de mis días, ambición de mis noches, tú eres mi objetivo, mi camino y mi fin.
Te necesito, necesito de tí para mi liberación, una liberación eterna con la que pienso y creo acabaré con todo este mal, este dolor que me inunda.
Un sentimiento autodestructivo,
un sentimiento que me aprisiona y me carcome,
mi sentido grillete hacia la vida,
mi única unión y a la vez mi última esperanza
de escape.
Esperanza,
una palabra totalmente contrapuesta a tí y a mí; al fin y al cabo, qué es la esperanza mas que un fallo en nuestro sistema,
un fallo que nos hace inútilmente aferrarnos a la vida, vida que por sí sola te abrazará irremediablemente.
Una vida que sin tí no tiene sentido, pero que a su vez no es posible a tu lado.
Existencia completa de contradicciones, incoherentes...
Sinrazones que desesperadamente buscan la razón,
inútilmente,
ilusamente,
artificialmente...
No como mi ser que lo único que anhela es la eterna fundición de mi ser y tu sin ser.
¡¡ UNÁMONOS!
¡¡Abrázame, mortaja, abrázame!!
Como jamás lo has hecho nunca pues yo te lo pido,
te lo suplico como nadie jamás te lo ha hecho.
Son muchas las salidas que continuamente se me presentan para acabar de una vez por todas con este sinvivir, pero ninguna es suficiente pues yo espero tu helado abrazo.
Sincera es mi plegaria y sincero es mi amor, por ello pido,
no pido sino ruego tu completo amplexo.
Rodéame de tí y llévame contigo hacia el fin.
SINE METU