Acechándote en silencio detrás del recodo más inesperado de tu supuesta rutina.
Ayer me fui al cine con antiguos compañeros de la carrera. Y fue horrible ver lo descolgada que estoy. Aunque realmente esa fue mi decisión. Soy un ser silitario, que rehuye los grupos, esas bandadas de aves en las que tan sólo se habla de frivolidades de un modo muy superficial. Odio los chistes fáciles y el humor chabacano. No entiendo porqué debo integrarme en un grupo desintegrando mi personalidad. No quiero tener que ponerme siempre la máscara de "yo soy tan guay como vosotros, por eso también digo tonterías". Porque a veces parece que en los grupos se juega a ver quién dice la tontería más grande (o más ridícula, diría yo). Porque en los grupos se pierde el intento de ser auténtico. Nos esforzamos por parecer iguales, cuando en realidad somos todos tan diferentes...
Odio los grupos, pero sé que en el fondo es culpa mía, aunque a veces los demás me parezcan peores que dragones perversos. No es que sean malos, no, pero mi vida es mejor sin ellos.
P.D.: Adoro a los dragones, tan solo se me atragantan los de carácter malicioso.
Y cuando desperté, ahí seguían los dragones.
Buenos días, dije yo y continué mi día.
;)
No creo que seas una solitaria, solo que no encontraste el grupo al que perteneces.
Existen dragones buenos y malos.