Junio 08, 2004

Nada

En la habitación todo era azul. Sentado en el suelo y apoyado en la pared, miraba a su alrededor sintiendo una angustiosa paz. Ahí dentro todo era extraño, no había nada, sólo una pequeña ventana por la que entraba la luz. Se incorporó para ver el exterior e intentar ubicarse, recordar como había llegado allí. Al levantarse, sintió que la cabeza le daba vueltas. Tuvo que apoyarse con una mano en la pared. La ventana era muy pequeña, lo que le extrañó aun más, ya que no había ninguna puerta y lógicamente tendría que haber entrado por ese agujero que no era mayor que su cabeza. Por fin se asomó. La luz le cegó, pero poco a poco sus ojos se fueron acostumbrando a la claridad. Fuera no había nada. Era extraño, porque él siempre se había imaginado la nada de color negro.

Escrito por Tirolesa en tanga a las Junio 8, 2004 11:29 AM
Comentarios

Y seguro que ha pagao trenta y siete kilos por la mierda de ático, que por no estar amueblao no tié ni puerta.
Si es que hay que vé...

Escrito por Somófrates a las Junio 8, 2004 11:58 AM
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