Caminaba de noche por la ciudad, huyendo de la luz del día. Se cruzaba con cientos de extraños. Seres que no registraban su presencia, y que no se dignaban a dirigirle una mirada. Era un anónimo, un nadie, alguien más de la multitud urbana, que no merecía más atención de la que se le prestaría a una mosca.
Esta mañana, los sirvientes lo encontraron (cosa extraña) en su casa, un elegante chalet de Villa Urquiza. estaba durmiendo en el living, desnudo, bañado en sangre. Mató a sus padres. Les despedazó la garganta a mordiscos. Y ahora es visible, aunque la luz del sol que se filtra por la ventana del calabozo pareciera consumirlo.
Escrito por J.E.L.natalio ruiz, el hombrecito del sombrero griiis
Comentado por ylekYlek: No entendí un soto. ¿Qué tiene que ver Natalio Ruiz con el post? :s