(Post filosófico)
Fragmentos. Dondequiera que mire hay fragmentos. Pedazos de algo, aunque no sé de qué. Una trozo roto que no sé si ubicar en un jarrón, en un plato, en un ánfora o en un florero. Piezas pertenecientes a miles de rompecabezas distintos. Fragmentos.
Vivimos en un enorme basurero repleto de partes de cosas: brazos de muñeca, ruedas de auto, la pieza de un motor, la puerta de un horno microondas, un pomo de dentífrico vacío, un palo de escoba, el relleno de un colchón, una bolsa de plástico agujereada, el cierre de una mochila, un trozo de plástico irreconocible... En ese cambalache de objetos truncados, nuestra vista se posa caóticamente en uno u otro, repasando cientos de veces los mismos lugares para descubrir, cada vez, algo nuevo. Y vamos recogiendo lo que nos parece útil, o lindo, o interesante. Y quizás, con un poco de suerte, ensamblamos algo.
Nadie nos garantiza que ensamblemos bien. Se trata de juntar lo que puede ir junto, no lo que tiene que ir junto. Sutil diferencia: hay cosas que no han nacido juntas, pero que la casualidad ha puesto en nuestras manos para que podamos unirlas en una creación “nueva”. Un carrito de supermercado con motor, una Barbie con brazos de He-Man, una caja de zapatos para guardar recuerdos. Reciclaje, que le dicen.
Los fragmentos son la esencia de lo que nos rodea, de lo que somos, de lo que pensamos. Fragmentos que sólo forman parte de un todo una vez que los ensamblamos, nunca antes. Los troncos de los árboles de donde salieron los maderos que formaron parte de La Pinta jamás fueron tablas de barco en estado latente. Un día eran árboles, y al otro día llevaron a la expedición de Colón rumbo a América. Siempre fueron eso: fragmentos. Pulidos, trabajados, matizados y moldeados, acabaron por integrar una nueva unidad que, al desaparecer, volvió a generar fragmentos.
Qué mierda de filosofía posmoderna.
He dicho.
De fragmentos de un todo podemos hacer un todo nuevo. Esa es la esencia, la sutileza de lo reciclado.
Aire nuevo para las piezas viejas. Nuevo lugar, nuevo significado.
sabio el que nos enseñe a ensamblarlos como se debe.
Comentado por axolotecreo que el mundo es un cubo mágico gigante. si alguien sabe armarlo, me avisa. gracias.
Comentado por Perra_LaikaTanto los fragmentos como el reciclaje son unos términos de mucha utilidad a mi parecer; muy buena percepción. Además me gustaría añadir lo siguiente:
Amanecerá un día en el que todos seamos iguales a la hora de
vivir, cuando la
fórmula evolutiva sea asimilada por todos. Será el día de los
llantos a risas
recordando el camino andado, mas hasta entonces tendremos que
conformarnos con
el apelativo de locos.
Uno sólo será lo que quiera ser y... además se consiguen buenas
cosas,quien no
las busca; y... por si fuera poco, el que nada hace, nada teme.
Espero que algún
día pierdas el miedo, como lo hizo en su amanecer el llamado
"sinmiedo", VIVE! , oh! alzáos seres creativos de vuestras tumbas
a la cual
llaman vida