Segunda entrada:
No hay salida, pero hay entrada. El caso es que me voy dos segundos (me esfumo porque, se sabe, no hay salida por dónde irse) y ya me aparece un cero a la izquierda, otro a la derecha, uno arriba y (ahora) abajo. La Matriz se empecina en analizar una canción en inglés compuesta por un (hasta hace poco) adolescente rebelde, devenido en adultito rebelde, que acabará siendo un viejo rebelde, y que las mismas circunstancias de la vida lo han transformado (como a mí) en un ser amargado y tirste que (a diferencia de mí) lucra con su estado de coma.
El hecho es que hay algo cierto en los dichos mátricos, a saber: que Gollum provoca compasión y odio a la vez. Sin dudas, el mejor personaje de El Señor de los Anillos (de quien, por simpatía, he adoptado el nombre) es la desdicha con patas: él no quiso encontrarse el Anillo, no quiso caer en su influjo, no quiso perderlo, no quiso caer prisionero de Sauron, no quiso ser torturado, no quiso ser capturado por los elfos, no quiso errar sufriendo por toda la Tierra Media, no quiso ver el Anillo en manos de otros... Pero todo eso le pasó. Sólo una cosa le sale bien a Gollum: acaba recuperando SU Anillo (¿quién más, sino él y Sauron, pueden reclamar su legítima posesión?). Medítenlo.
Por lo pronto, en algún momento aclararé por qué he optado ser Gollum en el mal llamado "ciberespacio". Adelanto, sí, que no ha sido el azar quien lo ha querido así. No. Hubo reflexión. En el mundo de máscaras que son los "chats", las "webs" y los "blogs", he decidido que la mía fuese lo más representativa de lo que (casi) soy en el mal llamado "mundo real". Mediten también sobre ello, oh innominados lectores...
porq debo meditar sobre algo que no me incumbe en lo más minimo?
por más que sea una hormiga peligrosa e indomable y suave borrosa, no debo tener libertades?
veré......
lo procuro