Acabo de ver un reportaje en Internet sobre el terremoto de Haití.
La verdad que en el momento que dan una información de este tipo por las noticias, nunca te paras a pensar la gravitud real de ello. Lo mismo ocurrió cuando lo de las Torres Gemelas. Escuchas las noticias, y sí, es una tristeza inmensa que pasen estas cosas por el mundo, pero nunca te paras a pensar y a plantearte miles de cosas a raíz de ello.
Viendo el reportaje la verdad que tengo el corazón encogido. Es muy triste que ocurran este tipo de desgracias en sitios donde ya la pobreza es muy abundante de por sí. Siempre suele ocurrir en sitios en los que la calidad de vida es pésima, y las personas que allí habitan (las que consiguen sobrevivir) tengan que vivir en peores condiciones si cabe.
Muchísimas personas todavía están desaparecidas, otras, han conseguido sobrevivir. Tres familias murcianas, consiguieron que sus hijos adoptivos llegaran a España sin ninguna lesión, y ver el reportaje de su encuentro, ha sido realmente emocionante. Esos niños no son conscientes de la suerte que tuvieron, pero con verles sonreír de esa manera, todo está pagado.
Esto me da por pensar un montón... Luego yo me quejo por "problemas", o situaciones en las que no todo ocurre como a mí me gustaría, pero, el problema de estas personas, es que quieren vivir, y por unas razones u otras, la vida les pone las cosas cada vez más difíciles. Me hace valorar muchísimo lo que tengo a mi lado, cada mínimo detalle... El poder tener un ordenador para escribir esto, el poder tener un techo; algo que llevarme a la boca; el poder vivir en un país donde la violencia no es primordial para sobrevivir...
Me encantaría poder hacer algo por esas personas. Si tuviera economía, no dudaría un segundo en intentar ayudar a esas personas, bien adoptando, bien mandando mis pequeñas aportaciones... Pero no, no me lo puedo permitir. Hace un par de años me apunté a un voluntariado aquí en Gijón para ayudar a niños que por unas circunstancias les han quitado la custodia a sus padres. Y creo que es una de las experiencias más satisfactorias. Que con tu presencia puedas hacer sonreír o sentirse mejor a alguna de esas personas, es lo más bonito que se puede vivir.
Desgraciadamente Haití no es el único país con personas en estas situaciones. Muchísimos países sufren la pobreza, sufren muchos problemas simplemente por ser mujeres, como en china, problemas por temas de religión como el caso de Marruecos, o países que están en guerra o que cada día es más peligroso vivir, como Egipto. Es muy triste, que en nuestro país como es un país de desarrollo, y que tenemos una suerte tremenda en comparación con otros muchos países, nos paremos a pensar en las pequeñas diferencias que tenemos con otras personas, o tratemos de diferente manera a alguien por su sexo, color, religión, pensamientos, raza, etc.
Todo eso es lo de menos, todas las personas tenemos un único objetivo en nuestra vida, y es ser felices. Pero sobretodo, VIVIR. Y ver a una persona con una sonrisa en la boca, y esa felicidad radiante por todos los poros de su piel, sea del color que sea, de la religión que sea o de los pensamientos políticos diferentes a los míos, es lo de menos. Pero sobretodo cada vez que una lágrima vaya a asomar por mis pupilas, las guardaré pensando que tengo una suerte tremenda de tener lo que tengo, y que hay millones de personas que desgraciadamente, y tan sólo por haber nacido en el otro lado del mundo, están haciendo lo imposible tan sólo para poder sobrevivir. Realmente impresionante.
Lidia Alonso
Todo eso es lo de menos, todas las personas tenemos un único objetivo en nuestra vida, y es ser felices. Pero sobretodo, VIVIR. Y ver a una persona con una sonrisa en la boca, y esa felicidad radiante por todos los poros de su piel, sea del color que sea, de la religión que sea o de los pensamientos políticos diferentes a los míos, es lo de menos. Pero sobretodo cada vez que una lágrima vaya a asomar por mis pupilas, las guardaré pensando que tengo una suerte tremenda de tener lo que tengo, y que hay millones de personas que desgraciadamente, y tan sólo por haber nacido en el otro lado del mundo, están haciendo lo imposible tan sólo para poder sobrevivir. Realmente impresionante.
Lidia Alonso