...como en Tianamen murieron caricias y abrazos, versos y trazos, besos y lazos de unión. Amen mientras puedan pues pocas almas quedan puras y sin rencillas...
A Campanilla Peter Pan la dejo para irse con otra mejor. La que la sustituyo era una vulgar impostora, nada que ver con la anterior. En Re menor lloró sus penas por las esquinas sin tener en cuenta cuanto moría en cada lagrima, sed de los hambrientos de amor. En cada página dejó su sello beso a verso y en el epitafio se pudo leer cuanto le amó. Su brillo se apagó y sus alas se marchitaron, quitáronsele las ganas de amar: "En el país de nunca jamás no volverás a hacerme daño, pues un muerto ni siente ni padece" Con paños de lagrimas sin suerte viajaron la muerte y un duende bailando al son del cántico fúnebre de miles de hadas que plañían alrededor de la cama cuando ya nada se podía hacer. A la amada el caballero la dejo y con él lejos solo se oían rezos pidiendo que volviera y la montara en su corcel cual doncella de cuento; soñando dentro de su cárcel, entre barrotes de recuerdos y comiendo pan duro por el tiempo sin pensamientos cuerdos.
Con señuelos la convenciste de tu juego y con señas te burlaste. Mentiste a todo lo que eres tuyo. Te mentiste a ti mismo cuando te prometiste cambiar. Tus cuentos serán alpiste para otra paloma que se contente con vivir en su jaula sola, con el alma rota, mientras le engaña un gavilán disfrazado de otra cosa.
Campanilla se debatía entre la vida y la muerte mientras tenía fantasías en las que vivía otra historia distinta donde se convertía en la princesa en lugar del hada madrina. Trina el ruiseñor muerto de miedo al ver a su hadita morir.
Sus últimas palabras para el fueron: "no guardo rencor ya que donde hay amor no cabe nada más. Peor final hubiera imaginado, pues me contento con haber amado y sentido el amor. Nada es eterno, y no debe serlo, la vida fluye y la mía se seca. Una cosa te pido: disfruta de tu vida, peca de osado, peca de vividor, peca de amante y peca de soñador, pues lo que vivas es tuyo. Sé feliz, mientras yo huyo y me refugio donde ya no sienta dolor"