Después de una tranquila y familiar navidad, la vida comienza a tomar un ritmo mas normal. Por eso hoy aproveché de ir al centro a realizar algunos trámites, y al pasar por una tienda de deportes no me pude controlar al ver esos lentes de natación que desde hace tiempo me hacían falta. Aunque algo caros, sé que son una buena inversión, y ya que los regalos aún han estado medios escasos, no lo dudé y me los autoregalé. Sí! por fin voy a poder ir a nadar, dije yo, el día está precioso, hace algo de calor, y ahora que tengo los lentes ya no tengo excusa... lo malo es que al llegar a casa me dí cuenta que mi mamá llevó a su paseo la gorra, y en la piscina (los de la U lo saben) no dejan bañarse sin gorra... ¿y ahora qué? Que mala suerte, mañana pretendo ir a santiago, comienzan los carnavales culturales, así que no sé hasta cuando pueda darme un rico chapuzón y NADAR... es que uno se siente tan libre en el agua... (bueno, al menos yo). Aquí me quedo, pensando en lo grata que debe estar la piscina en este momento... :(
Escrito por paus a las Diciembre 26, 2003 03:18 PM