ONANISMO DE CINE

La Comunidad.

La masturbación del vouyerismo. Carmen Maura se está duchando y espiándole por una ventana está el clásico tonto del barrio disfrazado de Darth Vader masturbándose a saco ante su musa y gritando aquello de "La Fuerza, me viene la Fuerza".

Torrente el brazo tonto de la ley.

Primero con Javier Cámara y después con Gabino Diego, Santiago Segura cambió para siempre la percepción de la situación de dos hombres solos y aburridos. Y cuando uno de los dos pregunta "¿y ahora qué hacemos?". A la mente de cualquiera viene la imagen del gordinflón policía y su respuesta "¿Nos hacemos una pajillas? Tú a mi, yo a ti. Pero sin mariconeo".

Átame.

Mítica escena de Victoria Abril sumerigida en la bañera y un mini submarinista con una gran pasión por la espeleología, que le hace todo aquello que quiere y más. Luego Pedro Almodóvar volvería a repetir algo similar, pero que no sería lo mismo. España era casta y virginal todavía antes de la primera peli.

American Pie.

Toda una trilogía basada en una escena de apenas tres minutos, pero vaya escena. Con el mito de por medio - como todos hacemos cuando somos jóvenes e inocentes- y hacer algo tan patético, en teoría, como hacerse una paja dentro de una tarta de manzana. Habrá que probarlo.

Algo pasa con Mary.

Parecida a la anterior, la de Algo pasa con Mary es mucho más filosófica. Ben Stiller se pajillea para liberar tensiones y no hacer el subnormal durante su cena con Cameron Diaz. Hasta ahí todo normal y lógico. Y es algo que todos hemos hecho, tarde o temprano. Lo que lo hace brutal es lo que va a continuación. Un pingajo de semen acaba en su oreja y ella lo confunde con gomina. Así que lo coge y se lo restriega por el pelo con un "puajjjs" de asco de todo el público que está viendo la peli en ese momento.

Colegas

Una película kinki de los años 80. Los tres hermanos duermen en la misma habitación con literas y todo. Dos de ellos masturbándose, uno con la profe de mates y la otra con una chica de una revista. El otro les increpa que siempre se están pajilleando. Y José Luis Manzano le responde con una lógica aplastante: "claro, como tú ya tienes un chocho donde meterla". Luego, ambos hermanos se limpian la polla con el mismo calcetín "que si no la mama se enfada por ensuciar tantos".

Amarcord.

Una de las mejores escenas del cine se encuentran en esta película de Fellini. Con escenas de una infancia absolutamente surrealista. En una de las escenas, cuatro chicos del pueblo se meten en un coche y eligen cada uno su objeto del deseo. Después de haberlos elegidos empiezan a pajillearse los cuatro al unísono. A cada sacudida, las luces del coche se encienden y se apagan.

Une Vraie Jeune Fille.

La historia de una chica que se marcha al campo a pasar el verano con sus tíos. Y empieza a hacer cosas raras. Del tipo: meterse una cuchara por la vagina durante la comida, con sus tíos delante. O masturbarse delante de las vías del tren para que la gente la vea. En un momento, un viejo que le gustan las jovencitas invita a la prota a la feria y cuando suben a la noria él se baja los pantalones y se masturba delante suyo. Aunque la escena más sorprendente es la del flashback que tiene de su internado, donde se va por la noche a mear y una compañera le persigue detrás. Ella se encierra en el baño y se pone a mear y a fumar un cigarro. La amiga le pregunta qué está haciendo, e intenta abrir la puerta, pero Martina no abre. Se ve un plano del coño meando, y otro de su boca fumando. Y otra vez, la chica le vuelve a preguntar qué está haciendo, y otra vez los dos planos. Así durante unos minutos hasta que la amiga se empieza a mear detrás de la puerta y se crea una riachuelo de orina hasta el váter. Martina dibuja un corazón con la mezcla de la orina y el barro.

Más allá del jardín.

Basado en la novela de Antonio Gala, la película narra la historia de una mujer madura que se replantea toda su vida a causa de la muerte de su hijo y de que su marido le pone los cuernos. Al final se irá de misionera a Ruanda, donde vive un doctor del que siempre estuvo enamorada. En esa película Concha Velasco luce sus encantos y tiene una escena de masturbación en toda regla. No es que sea muy novedosa en sí, pero que sea esta actriz la que lo haga. Da un poco de escalofrío.

Krámpack.

Jordi Vilches y Fernando Ramallo, son dos chavales vírgenes. Conocen en una fiesta a un par de chicas que le ponen tan cachondos que deciden pajillearse juntos. Hasta ahí todo normal. Pero la necesidad de saber y experimentar es común y los dos chavales deciden dar un paso más allá: deciden pajillearse el uno al otro, para sentir que es una mano extraña la que les masturba. Al fina acabarán llegando más lejos, cuando uno de los dos le pide al otro que le penetre por detrás. Dicho y hecho.

Novecento.

Esta vez es Bertolucci el que dirige una escena de pajas. Y los actores elegidos son Gérard Depardieu y Robert de Niro los que contratan a una prostituta y como no tienen dinero suficiente, deciden que ella les haga la paja a los dos al mismo tiempo. Y ahí están postrados en la cama, con una sonrisa en la cara y con la trabajadora del sexo dándole a la doble zambomba.

Nueve semanas y media.

La escena más mítica de todo el cine mundial, la que hizo que miles de hombres desearan a Kim Basinger y que cientos de mujeres aprendieran el arte de la masturbación. La chica estaba viéndose una diapositivas y de repente le entra el fuego en el cuerpo, y empieza a masturbarse. Y la poca iluminación que hay en la escena, que sólo tiene el de la máquina de diapositivas, que hacen que su figura se recorte... un diez. Tiene un porrón de escenas legendarias, como el de la propia masturbación, el del striptease o el de Micky Rourke tirándole las gotas de hielo por el cuerpo, que la hacen un clásico.

Un beso.

Escrito por Jake|19 de Noviembre 2007 a las 03:30 AM|