Abril 04, 2005
UNA SEMANA DE TRABAJO
Escrito por: Newton
Estoy tirado en la puerta de alguna casa esperando entrar, mientras un contenedor se vacía en la inmensidad de un grupo de personas pero no logro distinguir a nadie. En un momento logramos entrar y tomamos un ascensor. Observo que hay 3 criaturas, 2 de ellas con formas hermosas, todos eran desconocidos pero yo tenia la típica sensación de conocerlos de algún lugar remoto.
El ascensor era pequeño y de forma rectangular, funcionando a través del peso de los que estábamos adentro.
Al llegar abajo, salimos a una calle que parecía un recibidor museístico, ellos cruzaron una puerta y yo al traspasarla me vi en una calle muy parecida a un lugar donde viví por mucho tiempo pero era como una ciudad jardín, llena de bancos plásticos, en colores que iban del azul al blanco, sin intermedios. En ese momento tome una cola con una mujer, era una camioneta amarilla llena de pelotas gigantes, lámparas, muebles. La mujer de rostro maduro hablaba sin que yo pudiera entenderle una palabra. Me indico que habíamos llegado y con gran delectación pude ver mi antiguo edificio, gire sobre mí y note que una compañía de telecomunicaciones había derribado un árbol alegando una interrupción en su servicio. Eso me pareció descabellado porque el árbol estaba sumido en una luz primaveral, un tipo de frecuencia en los colores de esas que solo puedes ver cuando comes girasoles...
Era ese árbol de un verde intenso casi cegador, pase largo tiempo observando la situación, tanto que la noche me sorprendió rodeada de niños, jugué como en los viejos y primitivos tiempos. Entre saltos, un pañuelo anaranjado cayo en mis manos junto a un montón de galletas achocolatadas que ofrecí a un perro negro muy hambriento. En un momento el can no quiso mas y yo proteste su rechazo; ni él ni mis amigos hicieron el menor caso, solo una revelación a través de un poema me condujo a la realidad...
Días extraños preceden y alteran los próximos, ciñéndose como un cinturón que no soporta la presión excesiva.
Una vez más tome mi maletín y apague el micro-computador.
Ha empezado una nueva semana y no tengo retorno...