Escrito por: Newton
El símbolo arquitectónico es (a veces) una marca visible dentro de algún lugar en las estructuras psíquicas invisibles, configurando de manera opuesta un cierto matiz extrasensorial a lo que llamamos vulgarmente urbano.
Es de esa manera como estos símbolos crípticos representaran objetos que están en relación con “ello” (lo urbano) pero son distinguibles de “aquello” (lo arquitectónico); bajo unas “imágenes” que dependen de estos objetos (y viceversa), para al mismo tiempo constituirse en reflejos autónomos ( o ¿autómatas?) en un tiempo percibido como irreal…
Estas situaciones llevan a construir “apariencias” de un mundo que se corresponde con el YO, en un ambiente de total visibilidad (o ¿invariabilidad?) donde el entorno real de un SER (convertido en un sistema de relaciones funcionales) hace que el “ambiente virtual” (la brecha seudo espacial que aparentemente abre la practica arquitectónica) exista a través de un símbolo ilógicamente funcional. Es un contenido real en lo que se cree construir y una fantasía en la trascendencia espiritual del individuo, para hacerle entender que será una experiencia individual si esté logra tener la capacidad de identificar lo que aun en esté mamarracho escrito no se ha identificado…
Entonces (si podemos hablar de la ausencia), el conjunto de “sonidos” constructores ya no denotaran un indicio, pues se convertirán en un símbolo. El rito aquí, definitivamente, pasaría a ser una transformación simbólica de una formulación lógica. Usted sabe que más no es menos, es más de lo mismo…