La enajenación del espacio público en la era de la globalización.
Omar Rancier
• Arquitecto
Primera Parte
1-Ciudad, Espacio Público y Espacio Virtual.
Los espacios públicos indiscutiblemente son los que hacen posible la ciudad.
La ciudad como intersticio, como vía o como expresión democrática de la vida ciudadana.
Una ciudad sin idea de espacio público no es una ciudad que se recuerde ni que se tome como referencia.
El espacio privado, las edificaciones, solo existen en ese umbral, amplio y estrecho a la vez, definido y difuso, que es el espacio publico.
Algunas experiencias contemporáneas de cierta forma redefinen la interpretación y el uso que el hombre del siglo XXI da al espacio urbano.
La irrupción del automóvil a principios del siglo XX y la selectiva omnipresencia informática en los finales del siglo pasado e inicios del siglo XXI; han incidido en la construcción de una manera diferente de usar el espacio que va desde el diseño de una red especializada para el automóvil a otra red especializada para los cibernautas
La imposición y la superimposición de estas redes, por una parte, ha incidido en un circulo vicioso de uso y desuso físico de los espacios públicos, creando serios problemas de seguridad ciudadana, principalmente en los países desarrollados, por la tendencia de realizar desde el hogar actividades que usualmente se realizaban en la ciudad, como son las compras y algunas actividades lúdicas, lo que ocasiona la despoblación, por abandono, de los espacios públicos dejando el campo abierto a la ocupación criminal. Eso por una parte y por otra: “la consolidación de una red – network - de espacios virtuales de comunicación y actividades - según Saskia Sassen - afecta a las ciudad en las categorías de centralidad y periferia, escala, influencia regional y mundial, vinculación al territorio, hipermovilidad y transformación.”
La construcción de la ciudad se ha dado, a través de la historia, por la conformación del espacio publico, expresión ultima de las aspiraciones democráticas de una sociedad y se ha deconstruido por la superposición de la red vial y la network virtual.
La propuesta neoliberal y globalizadora, ha repercutido en la idea de la aldea global como espacio virtual, en el comercio y en la pérdida sistemática del espacio público real, que, entendido como mercancía, es pasible de la compra y la venta por parte de los sectores globalizadores detentadores del poder económico.
Si a esta escena, medio virtual medio real, un cyborg urbano, le agregamos uno de los componentes esenciales para que el espacio público se convierta en una propuesta de calidad de vida, como son los servicios, tenemos la escena completa.
Producto de la visión globalizadora y de libre mercado que auspicia el nuevo poder mundial, los servicios se tratan de privatizar creando por un lado un entramado de control para el nuevo sistema de dominación y por otro lado haciendo más dramática la diferencia entre los que tienen y los que no tienen.
Solo los servicios más primarios y que no dependen fundamentalmente de la tecnología, como el desagüe pluvial y sanitario, se siguen situando como servicios públicos de una mediatizada democratización, y aun estos están siendo segregados en términos de calidad.
Santo Domingo, como ciudad Cyborg-paleolítica, se inserta en esta escena de dominación global donde la pérdida del espacio público ha tenido su última expresión dentro de este esquema de dominación, en la urticante presencia de los muros New Jersey que cercenan la calle Leopoldo Navarro frente a la embajada norteamericana luego de la tragedia del 11S.
Sin embargo la ciudad del siglo XX; que ha sido desconstruida, hace esfuerzos por regenerarse y construirse de nuevo, la pregunta es ¿en cual de los espacios disponibles de la contemporaneidad se construirá la nueva ciudad del siglo XXI, en un espacio físico cada vez mas disminuido o en el espacio virtual cada vez más controlado?
De nuevo Saskia Sassen nos señala el camino que construye la nueva elite financiera a partir del network virtual cuando dice: “Las actividades que realiza el hombre se desarrollan cada vez mas en espacios virtuales, carentes de realidad física. La digitalización expande los limites geográficos de las operaciones a una escala mundial.”
Esta expansión es lo que define el control que le interesa a la economía global, esto significa la perdida del valor del espacio físico a favor de la virtualidad digital y de la dominación real.
El sistema de dominación apuesta por la network antes que al espacio físico; la ciudad y con ella sus ciudadanos, que finalmente son entidades físicas, apuestan por la reconstrucción de un sistema de valores enraizado con una realidad física mediata e inmediata que son las que conforman eso que llamamos cultura.
En este siglo XXI, como en los siglos anteriores, la ciudad debe hacerse amable a partir de la construcción de sus valores culturales, entre los cuales debemos incluir la network, como aporte de esta época, y los servicios; las alcantarillas y los bits, pero siempre a partir de la conciencia de nuestra propia espacialidad física y del espacio concreto.
2-El Espacio Concreto vs. El Espacio Virtual
Frente a una realidad como la descrita, una de las cuestiones fundamentales debe ser la definición de los límites entre el espacio concreto, entendido como el espacio conformado por entidades reales, la arquitectura, y el espacio virtual, aquel que S. Sassen describe como “carente de realidad física”.
La aceptación del espacio virtual se ha consolidado en los países desarrollados y en los sectores de ingresos altos y medio de los demás países; los sectores desposeídos de la sociedad al no tener acceso al Network, o tener acceso marginal, no han sucumbido a la seducción de los bits; esta condición al mismo tiempo de que acentúa su marginalidad social, deja abierta una opción que debe estudiarse con cuidado por cuanto presenta una peligrosa dualidad de factores positivos (el reconocimiento del espacio concreto) y negativos (la imposibilidad de acceso al Network comercial) que pueden aumentar el control social y la dominación centralizada en las sociedades contemporáneas sobre todo en las más pobres.
Los límites de estas dos condiciones espaciales coexisten en la interfase del monitor del computador del espacio concreto, lo que define obviamente la preeminencia de lo real, pero las relaciones que implica el Network, define una serie de contactos económicos que a su vez transfieren parte de esa preeminencia a la red virtual.
Lo preocupante es que esa transferencia es cada vez mayor, en perjuicio del uso del espacio concreto.
Las relaciones existenciales contemporáneas se han envuelto en un affaire erótico con los medios informáticos y de comunicación de una manera total, desde la imposibilidad de participar en la red comercial si no participamos dentro de la Network, hasta la construcción de opinión pública, vectores de consumo, sexo cibernético y mega divas pitxeladas.
Después de todo se ha repetido hasta el cansancio que la información es poder.
El atractivo que presentan las posibilidades de la informática y sus manejos mediáticos a través de la Network y de sus softwares, ha seducido por igual al hombre común y al empresario, al consumidor y al productor, al maestro y al aprendiz, llegando a un peligroso proceso de inversión de los valores sensoriales, donde lo real es lo virtual.
Esta negación de la realidad la encontramos los temas mas populares del negocio del espectáculo de la virtualidad, como en la película "The Matrix", de los hermanos Wachowski que, siendo una exageración del tema del control corporativo concreto tratado por George Orwell en su obra de los años ´50 del siglo pasado “1984”, se nos presenta como una aproximación al control virtual contemporáneo.
La contradicción entre el espacio virtual y el espacio concreto (evito intencionalmente referirme al “espacio real”), podría ser intrascendente para muchas personas, pero un dato no deja de ser alarmante: en los EUA el ciudadano promedio usa el espacio público solamente dos horas al día, mientras pasa más del doble frente a un televisor o un monitor de computadora.
La clave de esta contradicción ha sido la perdida progresiva de la calidad del espacio público concreto, producto, generalmente, de una mala gestión y de un manejo contaminado por parte de una generación de políticos comprometidos, de alguna forma, con los sistemas de controles propios de la globalización, controles que se aplican de igual manera al espacio virtual como al espacio social y concreto y cuya mejor política urbana puede ser representada por el odioso letrero de NO PISE LA GRAMA.
3-De la Arquitectura Real a la Ciudad Virtual.
La arquitectura es como el sexo, a veces la hacemos por necesidad pero la mayor parte del tiempo la hacemos por diversión y lo virtual quiere ser real.
Lo analógico ha dejado el paso a lo digital y lo digital ha desconfigurado nuestra existencia, construyendo nuevos espacios inexistentes que ponen en peligro la ciudad de carne y hueso.
La ciudad es la suma de sus arquitecturas articuladas en los espacios públicos, sin embargo, el espacio virtual, esa Network corporativa imprescindible en el actual mundo globalizado, de que habla S. Sassen, se ha convertido en un contradictor del espacio concreto, o sea de la arquitectura.
A veces, en nuestros países, nos hacemos la ilusión de vivir en una sociedad desarrollada, por el mero hecho de que tenemos acceso a la Network, cuando la realidad es que una minoría es , accesa a la Network, pagando, gustosa, el precio de ser controlada por el Big Brother.
Nuestra arquitectura, de esta forma se convierte, por un lado en un epígono de la arquitectura que se consume por los Media, por otro lado en una aproximación aldeana a una identidad dudosa y por el otro en un muestrario comercial que responde a las demandas del mercado.
De esta manera se construye, o se de-construye, una ciudad “Matrix” que se carga y recarga con solo pulsar enter en el teclado de la computadora, cayendo, a la vuelta de 50 años, en el uso de aquella muletilla del dibujo bonito que señalara Philip Jonhson en su celebre conferencia “Siete Muletillas de la Arquitectura Moderna”.
¿Es nuestro mundo una aldea global?
¿Es nuestra ciudad una ciudad virtual?
Son preguntas que debemos empezar a formularnos.
Segunda Parte
En este punto quisiera insertar algo, un desahogo, que publicara en el periódico El Caribe, y que de alguna manera tratan de dar cierta luz sobre estos temas.
Espectáculos Indecentes
Indecencia: Acto vergonzoso o vituperable
Pequeño Larousse Ilustrado
1- La Guerra
A nadie debe sorprender la agresión, a todas luces abusadora, y la posterior ocupación, de los halcones del Pentágono sobre Irak, incluyendo la salida del sátrapa hechura de ellos mismos
Ellos son, desde la vergonzante entrega de Gorvachev, los amos del universo, lo indecente ha sido el haber convertido esta agresión petroleofága en un espectáculo de televisión narrado por los mas petulantes comentaristas norteamericanos , entre ellos el tristemente célebre Oliver North que describen la agresión como fuegos artificiales de un infame “independence day”.
El país más poderoso del mundo, como el abusador del barrio, cogiendo piedra para los más chiquitos y el coro de adulones aplaudiendo el genocidio.
Este espectáculo, repugnante y de verdad indecente, deja mucho que desear de la humanidad intolerante ante el diferente, ha dejado desacreditada a una maltrecha ONU, a desenmascarado a los países títeres de nuevo cuño, producto de la globalización neocolonial y ha demostrado que la opinión pública vale poco y que con la cultura, el arte y la arquitectura no se come y que las calles de Santo Domingo pueden ser enajenadas en virtud de la seguridad de una legación diplomática.
2- La Casa de Cristal
Todo el alboroto causado con la exposición morbosa de dos personas encerradas en una caja transparente para ganarse unos miles de peso, desdice mucho de los medios de comunicación masiva que propician este tipo de espectáculo decadente para un ansioso publico con unos niveles de educación dudosos, productos de todo el descalabro de nuestro sistema educativo, que busca divertirse a toda costa frente a la tragedia diaria de la economía cotidiana, esa que nunca aparece en las proyecciones de los macroeconomistas que consumen macrosalarios por exponer teorías siempre erradas para las mayoría ( no así, obviamente, para quienes pagan sus salarios).
El colocar esta patética jaula en medio de la calle El Conde, y ahora en Santiago, ha sido una muestra del irrespeto que se tiene por la ciudad, ayudando a la arrabalización urbana a través de la degradación morbosa.
3- Las Puertas del Paraíso.
La calle Pellerano Alfau tiene apenas 50 metros de longitud y comunica el ábside de la Catedral de Santo Domingo, con la Puerta de Carlos III de la Fortaleza Ozama, sus fachadas la componen una serie de edificaciones usadas por el arzobispado de la ciudad y es una de las pocas calles peatonales (o semi-peatonales, pues se usa, eventualmente, como parqueo) de la Ciudad Colonial.
No sabemos por qué razón ni de quién partió la iniciativa de cerrar la calle con sendas puertas monumentales, que, cuales Puertas del Paraíso, se levantan violando la ley y cercenando el uso de un espacio público que sólo pertenece a la ciudad.
Tenemos constancia de que las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional, las anteriores a esta división fútil e interesada a que han sometido el espacio municipal de Santo Domingo, le negaron el permiso al Arzobispado, y sin embargo las puertas de marras se han colocado, violando, indecentemente, el derecho de todos de usar la calle Pellerano Alfau.
4- El Hoyo Negro.
En la astronomía moderna se considera un hoyo negro, (Agujero Negro es el término científico) a una discontinuidad en el espacio-tiempo o singularidad donde se concentra tal fuerza de atracción que en el área de un punto (en el caso de que un punto tuviese área) que todo es absorbido por esa discontinuidad, aun la luz.
Pues bien, en nuestra media isla, un hoyo negro, en este caso financiero, lo está absorbiendo todo, incluyendo la luz de la verdad, la dignidad de muchos y el peso de todos. Stephen Hawking jamás, en su libro “Breve Historia del Tiempo”, pudo imaginarse, que tanta impudicia financiera, tanta mentira política, tanta pus social, pudiese generar tal fuerza cósmica, o cómica, vaya usted a ver, de signo negativo, refrendada por políticos, generales, banqueros y periodistas.
5- La Desnudez
Al exhibir el cuerpo desnudo de algunos jóvenes alienados por el modelo del norte, a causado un gran escándalo en nuestra sociedad, cuando ella misma esta desnuda y se muestra impúdica, como la Ramera de Babilonia, ofertándose al mejor postor, en un escenario urbano de avenidas que pretenden emular el american way of life, en el caso de los jovencitos descerebrados y en bancos macdonalizados, al decir de Miguel de Mena, en el caso de los cacos de cuello blanco.
Lo que puede contener una ciudad es inconmensurable, lo mismo que las tolerancias sociales.
Colofón
Creo que la única forma de que nos convirtamos en máquinas es rescatando nuestra más profunda cualidad humana.
En términos de ciudad esto significa rescatar el espacio concreto, convirtiéndolo si se quiere, en el escenario o la pantalla del mundo virtual, pero sobreponiéndose a éste, creando un espacio memorable, universal y cotidiano.
En tal sentido los invito a que nos bebamos un café, cualquier tarde de estas, contemplando la plaza de la catedral antes de que la globalización nos devore.
Escrito por Parafrenia a las Marzo 6, 2007 11:58 PM | TrackBack